Catorce

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El alfa había planeado pasar el fin de semana en su nueva casa para que el omeguita pudiera reconocer el lugar como suyo y disfrutar de los efectos del reciente lazo solos.

Y vaya que había sido un plan excelente.

—¿Me vas a dejar correrme aquí dentro también, Innie? —El alfa abre con ambas manos las nalgas del omega, exponiendo su entradita, cerrándose en la nada. Tan vacía.

—si si si hyung, hazlo. —ruega moviendo su precioso culo de un lado a otro, incitando al alfa a tomarlo.

Jeongin estaba en cuatro con su culo en pompa siendo presentado al alfa y su cabeza y hombros hundidos en la cama.

Su coñito hinchado rezumaba lubricante a borbotones, el espeso caramelo y café cegando los instintos del alfa. Ahora si Hyunjin tocará su coñito, Jeongin podría llorar por la sensibilidad. Aún estaba lleno de semen y tan hinchado y flojo por las jodidas de su alfa.

Nada de eso evitó que el alfa buscara seguir follando a Jeongin después de todo aún tenía su preciosa boquita y su apretado culo y aún así, si decidiera que quería seguir jodiendo su coñito lo haría y él omega solo podría estar encantado.

Pero el alfa no sería tan cruel con su inexperto omeguita.

Hyunjin recogió parte del lubricante que escapaba del omega y lo arrastró al estrecho agujero escondido entre las pálidas nalgas, su dedo húmedo rodeó la zona jugando con su sensibilidad antes de presionar en el, la entradita lo tragó y apretó dulcemente.

El pelirrojo estiró muy bien el virgen lugar, deleitándose de los gemiditos rotos del pequeño cuerpo.

Al fin, el alfa se deslizó hasta el fondo y sin esperar, empezó a follarlo.

—¡Ah! No- no alfa mmm- demasiado demasiado. —Jeongin sollozo con el alfa golpeando en su interior.

—Lo estás haciendo tan bien. —su mano apoyada en la nuca de Jeongin manteniéndolo bien abierto y expuesto. —tomando todo lo que te doy como mi buen omega ¿si?

Hyunjin golpeó las mejillas pálidas y regordetas, su mano azoto repetidas veces marcando todo de rojo al no tener respuesta de Jeongin.

—¡Si! Si soy un buen omega para alfa.

La entradita del omega se cerraba alrededor de la gran circunferencia, las embestidas golpeaban directo en su bolita de nervios, una y otra vez con tanta fuerza que Jeongin debía sostenerse de la ropa de cama para no chocar contra el respaldo de esta.

Su cuerpecito era estrujando, marcado y movido al placer del alfa, Jeongin solo podía permitirse gemir y dejarse hacer. Sus brazos habían perdido fuerza y se había dejado caer por completo solo sostenido de la cadera por el alfa.

En un chillido Jeongin se corrió empapando todo bajo el, se corrio durante tanto tiempo que pensó que podría desmayarse.

Hyunjin gruñó encantado.

—Necesito verte. —jadeo el alfa dejando una última marca de sus dientes arriba de su nalga maltratada.

Hyunjin salió de su interior y lo jaló volteando el cuerpecito, hasta sentarlo en su polla, volviendo a entrar en su estrechez. Jeongin grito con sus ojitos cerrados y la boca babeando, no podía más.

—Tan perfecto. —arrullo.

Su polla salió hasta la punta y el alfa se tomó unos segundos alargando su orgasmo para besar a Jeongin, golpeando labio con labio y deleitándose con la forma en que él omega le respondía casi fundiéndose en su toque. Hyunjin entró de golpe en él omega, Jeongin lloriqueó aferrándose a la espalda del alfa quien continuaba con sus rudos embistes persiguiendo su orgasmo.

—Tan bonito llorando por la polla de alfa, ¿mmm? —Jeongin mordió su labio intentando contener los gritos por el doloroso placer, sus ojitos irritados lagrimeaban ante cada golpe en su próstata. —Creo que podemos hacer que te corras otra vez, ¿que piensas, bebé?

Jeongin negó apresurado pero fue en vano porque el alfa aumentó la velocidad y fuerza de sus empujes y una de sus manos bajo hasta el y sensible coñito del omega.

—No no no alfa oh no pu-puedo. —su voz desgastada le rogó a Hyunjin mientras este jugaba con su rojo clitoris ignorando las súplicas del omeguita.

Jeongin se retorció ante una embestida en específico y pese al doloroso toque en su coñito se arqueó por más.

Lloro peor cuando el alfa se inclinó a lamer y morder sus pechitos.

—Vente para alfa y podrás descansar después. —prometió.

Con un último golpe de sus caderas se corrio dentro del culo del omega quien en respuesta también se corrio en chorros cayendo deshuesado sobre su pecho.

Hyunjin se salió de su interior antes de anudarlo y se recostó dejando al omega descansar sobre el. El alfa limpió las lágrimas de sus ojitos y besó ambos párpados para después besar dulcemente su boca. Jeongin suspiró con la respiración más calmada.

Las manos del alfa recorrían todo su cuerpo deteniéndose sobre las tersas piernas por donde resbalaba su semen y sin resistirse tomó lo más que pudo con sus dedos y los empujó de nuevo en Jeongin. El omeguita se quejó en un sollozo sin fuerzas. Hyunjin alejó su mano.

—Lo siento, amor. —besó su frente cariñoso. —¿como te sientes?

Jeongin lo abrazo con sus temblorosas extremidades, su olorcito siendo reconfortante para el alfa.

—Bien. —murmuró sobre su cuello haciendo reír al alfa. —no me anudaste. —añadió después de unos segundos mirando tímidamente a su alfa.

Hyunjin acarició su carita enrojecida y sonrió divertido.

—No quería lastimarte.

Jeongin abultó su labio en un puchero y se abrazó más fuerte al cuerpo de su alfa.

—Tengo hambre pero no creo que me pueda mover de aquí. —se lamentó Jeongin.

Hyunjin lo alzó y recostó en las suaves y mullidas sábanas. Jeongin gimió cuando con la nueva posición el semen empezó a salir más rápido.

—Eso no es problema porque me tienes a mi. —alardeó haciendo reír al omega. —Pidamos algo de comer y después tomamos una ducha. ¿Que piensas?

—Me parece perfecto, alfa.

Dejó otro beso en los bonitos labios y besó su marca cicatrizada antes de poder alejarse a buscar su teléfono. Jeongin se acurrucó somnoliento en la cómoda cama que olía a su alfa.

Cuando el alfa volvió a los minutos, los dirigió a la tina donde se encargó de limpiar y relajar el tenso cuerpo de su omega.

Cenaron en la cama manteniendo una conversación plagada de mimos y risas, y sus olores combinados se esparcieron por toda la casa sellando la promesa de ser felices juntos siempre.

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Sin editar.

Se siente correcto, hyung || HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora