-maldito Deku, te juro que creceré y seré un héroe como tú... ¡No! ¡Seré mejor que tú!
-Kacchan, sé que lo lograrás, te estaré esperando para luchar contra ti.
-Si todo está listo, jóvenes, ambos equipos tendrán que capturar a todo el equipo contrario, un clásico juego de las traes, si te tocan, estás fuera; si quedas sin defensa, estás fuera; si no puedes seguir, estás fuera; el equipo que logré estar con más alumnos en su equipo gana, y el resto, tendrán el doble de ejercicio práctico, ¿preparados? Futuros héroes.
El héroe Deku indicó todo con una gran sonrisa, mientras colocaba en cada alumno una etiqueta roja donde se supone tenían que tocar para sacarlos de competencia, era un básico entrenamiento de calentamiento; como primera clase con el héroe era lo normal para acostumbrarse a sus clases.
-Más te vale que nuestro equipo no pierda por ti, maldito ojeroso.
-Tranquilo rubio, te aseguro que yo puedo hacer este tonto juego de las traes con los ojos cerrados, mejor preocúpate por ti mismo Katsuki.
-¡Que diablos tratas de decir imbécil! ¡No digas estupideces con tu jodida boca, zombie de mierd...!
Su voz fue apagada por una mano en su cabeza, reconoció el tacto de los guantes del traje del héroe, y el color dejó su cara, iba a pasar jodidamente de nuevo, lo había hecho otra vez; por un demonio ni siquiera lo había oído acercarse a él, no tenía escapatoria desde un principio.
-¿Hay algún problema con el equipo B? Oí algunos gritos ¿Jóven Bakugou?
-N-no hay nada, no pasa nada, Deku.
Maldijo internamente, porque había mostrado su terror delante de esos idiotas, bajó su rostro mientras gruñía, por más que no quería quedar en descubierto por esos malditos; pero realmente la angustia que sentia en ese momento era más grande que las ganas de aparentar fuerza.
La cara de miedo, en el rubio, sorprendió a cada participante en el equipo, el gran Katsuki Bakugou ¿Asustado? Ni siquiera el profesor Aizawa podía lograr esa reacción en él; tampoco veían una razón para el miedo en sus ojos, el héroe estaba más que sonriente a los ojos de todos.
-Entonces; jóvenes futuros héroes, es hora de empezar con el entrenamiento.
-Ey Bakubro, ¿pasó algo? Tu cara palideció.
El rubio solo negó con su mirada en el suelo, ni siquiera le dijo su apodo diario, claro que pasaba algo con su amigo, mientras todo el salón 2-A caminaba rumbo al lugar donde sería la prueba, Kirishima solo se apresuró a pasar su brazo sobre los hombros de su amigo ojirubí, aún en ese momento ni siquiera lo apartó, no le gritó, joder ni siquiera una cara de asco, estaba claro que algo en ese héroe verde estaba asustando a su "Bakubro".
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-Lo hiciste genial Bakubro, ¡ganamos gracias a ti amigo!
-Y tú lo hiciste de la puta mierda, pelo pincho, ¡te dejaste captura muy rápido!.
El pelirrojo sonrío mientras activaba su quirk, Bakugou estaba lanzando sus explosiones a él, quizás era verdad, se dejó tocar en los primeros minutos, pero tenía una buena razón; él servía de escudo, y claro que haría su papel si su amigo estaba en peligro.
-No quería que te atraparán a ti, Bakubro.
-Preocupate por ti mismo, imbécil pelirrojo.
Aún así una pequeña sonrisa salió de la boca del rubio, por fin había dejado en claro que era el mejor de clases, y no tuvo que tener al ojeroso en otro equipo para darlo a entender, el pelimorado ese, solo, se había dejado caer bajo su esplendor.
Y podía ver la cara de frustración y enojo de aquel chico, le causaba tanto enojo por dejarse tocar tan estúpidamente; además de que su salón ya conocía por mucho su quirk, así que su función fue casi nula; claro que había sacado a algunos del otro equipo, pero no pudo llegar hasta el final, se había dejado ganar por ese rubio rabioso, y odiaba esa sensación.
-Esto no acaba aqui, Katsuki.
-Como digas, número 2.
Y esa sonrisa se amplió en la cara del rubio, le gustó decir eso, lo había llenado de satisfacción; estaba preparando para mantenerse en el número 1 hasta que su cuerpo cayera en batalla.
