Palpitación

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A los ojos de Senjuro, yo probablemente era un poco masoquista.

Después de que a una persona le dijeron que parecía un perro, no sólo no se enojó, sino que encima se desbordaba de un extraño tipo de felicidad. Tarareaba mientras practicaba la habilidad con la katana, mire como mire parecía que estaba algo mal de cabeza.

Me gustan los perros, los perros son animales muy impresionantes, ¡son valientes y lindos! ¡Kyojuro me está elogiando!

Aunque después de escuchar mi explicación, Senjuro siempre me veía con miradas sutiles como "Existe tal cosa en este mundo", "Alguien realmente emparejó con las ondas cerebrales de Ani", yo en cambio no tuve tiempo de prestarle atención.

Porque había otra cosa que me preocupaba.

Como entré por segunda vez a la Finca Mariposa, esta vez salí bajo miradas aterradoras que escondían dagas en la sonrisa de la señorita Shinobu.

Esa pelea inesperada arruinó casi todo lo que compramos en el mercado. El libro que originalmente quería regalarle a la señorita Shinobu se manchó de barro y se arrugó, me llevó mucho tiempo enderezar las páginas enrolladas del libro.

No quise mucho regalar este obsequio que se ensució, pero tampoco tenía dinero para comprar un reemplazo mejor. Cuando salí de la Finca Mariposa, yo al final se lo entregué a la señorita Shinobu, sintiéndome un poco agraviada en el corazón ——

¡Esto es completamente diferente a la escena de entrega de obsequio que había imaginado!

Cuando recibió el obsequio, la señorita Shinobu se detuvo un momento sorprendida, ella tomó el libro y pasó algunas páginas, al mirarme usó una mirada complicada.

Kocho Shinobu es una persona que ama la limpieza, así que esperé a que me regañara, pero al final ella sólo me dijo gracias y me acarició la cabeza con una sonrisa impotente y aliviada.

-Tal vez pensé demasiado mal en las cosas, parece que el señor Rengoku te enseñó muy bien.- Dijo ella con gentileza, -Estoy muy feliz, de que Kaede chan pueda regalarme un obsequio.-

......

Las batatas y los pargos que compré ese día para preparar la cena de Kyojuro definitivamente tuve que comprarlos de nuevo, pero afortunadamente la cosa más importante no la perdí.

Aunque era muy pobre, pero lo pesé, preparé una segunda cosa además de la comida.

Debido que esa cosa no era grande, la llevé en la ropa del pecho y la mantuve cerca de mí cuando regresaba, no se perdió ni se dañó durante la pelea.

Ese obsequio pequeñito ahora yace tranquilamente en mi pecho, esperando ser entregado a las manos de Kyojuro.

Pero es que yo simplemente no podía abrir la boca.

Intenté invitarle a charlar después del entrenamiento, intenté bloquearle en la puerta cuando él terminó la misión, también intenté arrastrar a Senjuro conmigo para acompañarme a reunir coraje.

Pero tan pronto cuando le vi aparecer frente a mí, toda mi persona se sintió tan avergonzada que no podía hablar, lo que salió de mi boca si no fue que el clima estaba muy agradable hoy era cuál serán los arreglos de entrenamientos para mañana. Encima por parte de las manos no podía evitar pellizcar a Senjuro lo suficientemente fuerte como para que haga muecas de dolor.

Después de que Senjuro protestó por última vez y se negó firmemente a ser usado como tapadera por mí de nuevo, levanté las manos en señal de rendición bajo su mirada decidida, y prometí entregar el obsequio de disculpa en la hora de cena de hoy.

El diario de observación de Rengoku KyojuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora