Reforma

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"¡Boom!"

Mi cuerpo voló hacia atrás debido a la fuerza del impacto, se chocó contra un árbol, mis órganos internos fueron conmocionados y lastimados.

El entrenamiento diabólico de Rengoku Kyojuro al final funcionó. En el último instante evité por poco la parte de la cabeza y no me caí inconsciente.

Simplemente empuñar la katana con fuerza bruta tenía muy poco efecto. Como no pasé el entrenamiento básico, Rengoku Kyojuro aún no me había enseñado las Técnicas de Respiración. Aunque yo ya estuve siguiendo conscientemente el libro para aprender toda la respiración de concentración total, y he tratado de comprender esos movimientos de antemano, pero la cantidad de veces que podía llegar a hacerlo era realmente una gota en el balde.

-¡Señorita Kaede!- Senjuro no escuchó mis palabras, se apresuró con la katana.

-¡Véte!- Le grité, -¡Ve tú primero! ¡Solo si traes a alguien aquí nosotros podremos sobrevivir!-

-Jijiji......mentirosa......-

-Ese niño es demasiado joven, no importa cuánto lo intente, no puede correr muy rápido. No tendrá tiempo de traer gente, simplemente los dos moriréis aquí.-

Bajó la voz y dijo con interés: -¿Qué tal si tú misma escapas primero? Déjale aquí, mientras le mato, ¿tal vez tú puedas escapar y sobrevivir?-

-Senjuro es capaz de traer gente.- Tosí una bocanada de sangre, balanceé la katana hacia esa cara.

Ese Demonio saltó hacia atrás fácilmente, giró los globos oculares con aburrimiento, -Los tipos débiles merecen morir, no te preocupes por su vida o su muerte, solamente corre—— -

Sonrió con la boca llena de malicia, esperando verme abandonar a Senjuro para sobrevivir, empujarle a la muerte por cualquier medio, usar su vida para ganar tiempo para mí.

——Las personas débiles merecen morir.

——Una vez quise convertirme en Demonio, porque los Demonios son muy fuertes, pueden derrotar a todos.

Cuando me enfrenté de nuevo a una lucha de vida o muerte, esas palabras para mostrar la falsa valentía, esas palabras enojadas que una vez dije por dolor, en realidad hacen reír tanto a la gente.

Habiendo visto con mis propios ojos la forma en que viven este tipo de criaturas, no pude evitar pensar, si realmente Akaza me hubiera convertido en un Demonio cuando no sabía nada al respecto, ¿yo realmente habría sobrevivido gracias al canibalismo? Ahora que me he quitado la tela que me vendaba los ojos, yo sólo sentía asco dentro de mi corazón.

Que infantil.

Me levanté, una vez más apresuré hacia la dirección del Demonio.

-¡Senjuro no es débil, cállate la boca!-

De hecho, dije muchas cosas que no quería decir.

Después de los doce años, Fujimoto nunca más me superó en fuerza o agilidad. La abuela que vendía daikon y miso en el pueblo, los niños que venían al dojo a recibir clases, el herrero quien me regalaba katanas, todos ellos no eran rivales para mí.

Pero la verdad yo nunca sentí que ellos eran débiles, yo les admiraba, confiaba en ellos, les adoraba. Quizás no sean tan poderosos como yo, pero fueron ellos quienes me apoyaron y protegieron mientras crecía, vi a cada uno de ellos brillar en un lugar diferente, lo que me hizo sentir avergonzada.

¿Es cierto que sólo al alcanzar la cima físicamente y de los artes marciales puede ser llamado fuerte?

Ese nunca ha sido el caso.

El diario de observación de Rengoku KyojuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora