Max era el tipo de chica que se despertaba con hambre durante la noche. Su merienda de medianoche favorita era un tazón del mismo tipo de cereal que había estado comiendo por años, para ser exactos desde que era pequeña. Como de costumbre, preparó su tazón y se sentó en la sala de estar, masticando lentamente.
Max casi saltó del susto tras escuchar golpes frenéticos en la puerta. Tuvo un pequeño debate en su interior sobre si tenía que abrir la puerta o no, pero al final caminó hacia ella e ignorando todo advertencia mental la abrió. "¿Puedo ayu-" Max fue interrumpida por una chica que pasó corriendo junto a ella hacia la casa y se escondió detrás del sofá. "¡Por favor, diles que no estoy aquí! ¡Te lo explicare después, lo juro!" La chica señaló frenéticamente hacia el coche de policía estacionado al final de la calle. Los policías comenzaron a golpear puertas. "¡Mierda!" pensó Max. "¿En qué me estoy metiendo?" Max cerró la puerta y se puso a un lado. "Mas vale que tengas una buena explicación." Max intentó sonar amenazante, pero su voz temblorosa debido a su nerviosismo la delató.
Escuchas como tocan tu puerta. Max se preparo mentalmente por segundos y abrió lentamente la puerta, revelando a un oficial de policía. "Perdón por molestar a estas horas", comenzó. "Me preguntaba si habías visto a una chica alta con pelo azul por aquí. También lleva un gorro y una chaqueta oscura. Creo que tiene un tatuaje en un brazo." Max fingió pensarlo. "Yo... no creo, oficial. Si la veo, me aseguraré de llamarlo de inmediato." "Gracias." El oficial sonrió. "De nuevo, perdón por molestar a una hora tan tarde. ¡Buenas noches!" Max cerró lentamente la puerta y soltó un suspiro profundo. Vaya. Mentirle a un policía. Eso definitivamente era algo nuevo. Se volvió hacia la chica de pelo azul. "Bueno, es tu turno." Las dos se sentaron juntas en el sofá mientras la chica explicaba su historia.
"Mi nombre es Chloe", se presentó. "¿Por dónde empiezo? Básicamente, mi papá murió y mi mamá volvió a casarse. Ahora tengo que vivir con mi jodido padrastro. Me atrapó en mi habitación con un porro y se puso muy furioso. Me abofeteó, así que agarré mi pistola y salí corriendo de allí. Mi padrastro llamó a la policía, diciendo que una loca con cabello azul estaba armada y loca corriendo por las calles. "Chloe desbordaba enojo en su mirada, pero también parecía que estaba al borde de un gran colapso. Al parecer la vida no le había tratado bien, y Max podía verlo. "Mierda", fue todo lo que Max pudo decir. Se acercó a Chloe y le acarició lentamente la espalda. "Puedes quedarte aquí conmigo esta noche si quieres. Obviamente tu hogar no es seguro."
"Me iré antes de que te levantes." Chloe miró hacia abajo a sus botas desgastadas. "No necesitas preocuparte por mí." "Tonterías." Max sacó su teléfono del bolsillo de su bata. "Si necesitas irte temprano, está bien. Pero no antes de que pongas tu número en mi teléfono. Tengo que saber si estas bien." Chloe sonrió de manera sincera, cosa que últimamente no hacía, escribió su número y envió un mensaje para que Max tuviera su número. "Ahora busquemos ropa para que duermas y nos iremos a la cama. Puedes dormir conmigo." Max guardó su tazón antes de llevar a Chloe arriba. Chloe se detuvo en las escaleras. "Muchas gracias. ¿Qué tal si te invito a desayunar? Mi mamá trabaja en el Dinner Two Whales, sus huevos con tocino es lo mejor de Arcadia Bay." Max sonrió. "Suena genial. Pero primero, a dormir."
De una manera poco común, pero realmente única, empezó lo que puede ser una gran amistad o quizá algo más, solo el futuro tendría las respuestas.