Max tenía demasiados libros: historia de la fotografía, fotografía de bajo perfil, retratos, pintar con luz... todos se acumulaban en los brazos de Max. Apenas podía ver hacia dónde iba, pero sabía que se dirigía a su residencia estudiantil. Había prestado un montón de libros de investigación y resulta que los había recuperado todo el mismo día.
Inhaló con sorpresa cuando un libro se deslizó desde la parte superior de la pila de libros y se dirigía al suelo. Se asusto, preparándose para el golpe, pero no llegó. "Oye, nerd", una voz amigable dijo. "Se te cayó el libro."
"¡Lo siento!" Max se sintió avergonzada. "No te preocupes." Las manos agarraron la mitad de la pila de libros de Max, devolviéndole la vista a la pecosa chica. "No tienes que..." Max vio quién recogió los libros y se sonrojó. Era muy, muy linda.
Tenía el pelo azul corto, parcialmente oculto por un gorro morado, un brazo tatuado y una camiseta rasgada. Era la típica chica punk rebelde, y a Max le encantaba. "No es nada", la chica de pelo azul sonrió. "¿A dónde vas?"
"Ah... Gracias. Iba hacia mi residencia. No está muy lejos." Max sonrió. A los punks los juzgan por ser personas algo asociales y no muy amables, pero Max descubrió que esta chica era lo contrario. Y era realmente linda. ¿Ya mencioné lo linda que es?
"¿Historia de la fotografía, eh?" Chloe miró la pila de libros. "¿Entonces eres fotógrafa?" Max abrió la puerta de la residencia, dejando entrar a la chica primero. "Sí." Max sonrió. "Siempre he amado la fotografía." dijo sonriendo.
"¡Qué genial!" La chica sonrió. "Oye, podría posar para ti en algún momento." Max se sonrojó. "Eso... sería genial." Max condujo a la chica hasta su residencia, usando la cadera para abrir la puerta. "Bueno, aquí estamos." Max sonrió, pretendiendo no verse afectada por lo desordenado que estaba su habitación. La chica dejó los libros en el escritorio de Max. "Esto es muy acogedor." Notó la guitarra. "¡Genial! ¿Tocas?"
Max dejó los libros que llevaba y agarró la guitarra. Se sentó en el sofá con ella. "Un poco. Solo conozco algunas canciones indie." "¿Puedo escuchar algo?" La chica de pelo azul se sentó cruzada de piernas en el suelo, con los codos en las rodillas. Max se sonrojó al notar que el sostén de la chica subía más alto que su camiseta. "C-claro."
Max empezó a tocar, nerviosa al principio pero se asentó en la melodía. Estaba tocando una de sus canciones favoritas. "¡Eres genial!" La chica sonrió. Su bolsillo empezó a brillar y sonar. Sacó su teléfono. "¡Oh, mierda! ¿Ya es la hora?" Se levantó apresuradamente, usando su trasero para retroceder hacia la puerta. "Lo siento, me tengo que ir ¡nos vemos!"
Max suspiró. Nunca pregunto el nombre de la chica.