CAPÍTULO 02

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—¿Sabes qué sería fantástico? —dije, lamiendo la cuchara plástica de entre mis dedos.
                            
—¿Qué? —preguntó Kate, introduciendo su cuchara en mi helado.                             

—¡Oye! —chillé, golpeando su mano. Kate rio, metiendo mi helado de brownie en su boca.
                             
—No pierdas el hilo de tu conversación, cariño. ¿Qué? —me incitó a continuar.                            

Yo suspiré, antes de decir —Sería fantástico poder comerme cuatro de éstos sin vomitar.                         

Kate alzó una ceja, mientras lamía su cuchara. —Si pudieras comerte cuatro de éstos sin vomitar, tendrías cuatro veces tu tamaño. —bromeo.
                             
—Quien sabe, quizás algún día logre mi cometido y sea tan grande que no me quepa ropa extra, extra, extra grande. —dije, encogiéndome de hombros.
                            
—¡Oh, mierda! —masculló Kate.
                             
—¿Qué?, es sólo una broma —dije, mirando su rostro pálido y horrorizado.
                             
—N-No… —dijo mirando sobre mi hombro —no vayas a mirar hacia atrás, _____. No lo hagas.                            

Mi corazón dio un vuelco dentro de mi pecho y traté de no entrar en pánico mientras miraba por encima de mi hombro.                            

Cha Eunwoo caminaba dentro de la cafetería. Mi corazón comenzó a latir a una velocidad antinatural. Había una cafetería por sector. Cuatro sectores en total y él tenía que elegir la cafetería del sector en el que yo estudiaba. ¿Acaso no podía ser peor todo esto?                            

Eunwoo miró en dirección a nuestra mesa y sonrió, saludando a Kate con una mano alzada.                          

Ella le devolvió el gesto, pero lucía forzada. Eunwoo me dedicó una rápida mirada y volvió su vista hacia donde él caminaba. Compró una lata de refresco y un sándwich. Yo no podía apartar la vista de él. Lucía tan familiar y al mismo tiempo, tan diferente.                        

—Deja de mirarlo, _____. Si no quieres que sepa quién eres, deja de mirarlo de esa forma. —me dijo Kate.
                            
Desvié la vista un segundo y lo vi sentarse a pocas mesas de donde nosotras nos encontrábamos. Hundí la cuchara dentro de mi helado y me obligué a comerlo. Mi capacidad de comer helado se había reducido a casi nula. Hacía un par de minutos estaba alardeando acerca de comerme cuatro y ahora no podía tragar una sola cucharada.
                             
De pronto, pude ver como una chica de cabello largo y castaño abrirse camino hacia la mesa de Eunwoo. No pude evitar seguirla con la mirada. Era hermosa en todas las formas en las que yo no lo era. Alta, de cuerpo delgado del tipo “debería ser modelo”, piel  perfecta. Todos los chicos que iban con Eunwoo se quedaron mirándole como si fuera un trozo de la carne más deliciosa del mundo.                            

Eunwoo apenas tuvo tiempo de alzar la vista cuando ella se inclinó sobre la mesa, hacia él. Eunwoo le sonrió suavemente, de la forma en la que me había sonreído alguna vez. Ella estaba de espaldas a mí, pero podía ver todas las reacciones de Eunwoo cuando ella le hablaba. Él sonrió, mostrando todos sus dientes y me sentí enferma. Estúpida. Tres meses y una chica como ella sería suficiente para que Cha Eunwoo se olvidara de mí.                           
Aparté mi vista de la escena, pero Kate seguía mirando fijamente.
                           
—¡Wow!, ¿A quién vas a matar con la mirada? —la voz de Rocky me hizo pegar un salto del susto.
                           
—¡Dios, Rocky!, ¡Casi me matas del jodido susto! —solté, mirándolo con irritación.
                             
Rocky sonrió y besó a Kate en la mejilla, sentándose a su lado. —Si la mirada de Kate matara, Eunwoo y Moon Ga-young ya estarían muertos.
                                                                     
Moon Ga-young… Así que ese era su nombre…

AUNQUE NO PUEDA VERTE- Eunwoo y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora