CAPÍTULO 09

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Evitar a Eunwoo era lo más difícil que había hecho en mi vida y hacerlo los últimos días era más difícil de lo habitual. Aparecía en donde quiera que me encontrara y no podía sentirme más nerviosa.
                   
¿Me habría reconocido?, ¿Sabría quién soy?... El hecho de no haber recibido mensajes de texto de su parte, me ponía más ansiosa. Lo había visto un par de veces dentro de la cafetería y había optado por desayunar en las jardineras que estaban a las afueras del campus con tal de no encontrármelo.                   

Al llegar el viernes, estaba harta de esconderme en todos lados.
                     
Sabía que no podría retener a Eunwoo más allá del lunes por la mañana, ya que el plazo de una semana sería ese día; sin embargo, tendría todo el fin de semana para hacerme a la idea de que tendría que enfrentarme a él tarde o temprano.                  
—¿Estás segura de que no quieres venir? —preguntó Kate aquella tarde mientras charlábamos por teléfono.
                   
—Completamente segura. Tú sabes que no soy una chica de fiestas universitarias. —dije, sonriendo suavemente.
                   
—Anímate. Una fiesta no le hace daño a nadie, te distraerás de todo eso que te agobia. —me animó.
                 
—Pero, ¿y si Eunwoo aparece? —dudé.                   

—Pues nos escabullimos entre la gente. ¿Pasarás la vida entera escondiéndote de él?, ¿no, cierto?, pronto sabrá quién eres, así que, ¿Qué más da si lo ves?
               
Sabía que Kate tenía razón, pero no podía evitar sentirme exageradamente nerviosa. —No lo sé… —me mordí el labio inferior.
                   
—¡Será en casa de Rocky!, ni siquiera está lejos de tu casa. Prometo llevarte de vuelta si te sientes incómoda —suplicó ella.                  

Suspiré pesadamente mientras me decidía a aceptar o rechazar su oferta. —De acuerdo. —accedí finalmente.
                   
Una parte muy grande de mi quería encontrarse con Eunwoo de una vez por todas, pero otra tenía un miedo terrible. Me obligué a colgar el teléfono y arrastrarme a la ducha.
                     
Al salir, me pasé media hora probándome todo lo que tenía. Nada me convencía.
                 
Al final, me decidí por un vestido color hueso cubierto de encaje. Me alisé mi cabello lo mejor que pude y maquillé mis ojos con delineador y máscara para pestañas. Pinté mis labios de un color rojo carmín y tomé prestados los tacones rojos de mi madre.
                   
Cuando terminé de arreglarme, mi madre entró a mi habitación. —Kate está esperándote abajo. ¿Saldrán? —inquirió.                  

Me sentí un tanto avergonzada de mi misma por no haberle avisado temprano, pero no había marcha atrás. —S-Si, ¿estás bien con eso? —dije.               

—¡Claro!, estoy excelente. Kate me ha dicho que te quedarás a dormir en su casa. —mi madre me sonrió.
                     
—¿Eso dijo? —mi ceño se frunció. — no quedamos en nada.                   

—Llámame si vas a irte a su casa, para no preocuparme. — me sonrió y yo besé su mejilla, dejándole una marca de labial.               

—Prometo hacerlo —dije tomando mi chaqueta y mi bolso.                  

—¡Diviértete! —dijo mientras bajaba las escaleras.                  

Kate condujo las seis ridículas calles que separaban la casa de Rocky de la mía mientras tarareaba una bonita canción. No me sorprendió encontrarme con un puñado de autos apiñonados por toda la calle mientras la música hacía retumbar las paredes de la casa. Rocky era un chico bastante sociable y agradable.                                        
Kate bajó del auto rápidamente antes de echarse andar rumbo a la puerta. Tuve que apresurarme para alcanzarla en la puerta principal.

AUNQUE NO PUEDA VERTE- Eunwoo y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora