❝ 06 ❞

157 34 4
                                    

Horas más tarde, me encontraba a mi mismo sentado sobre una manta con patrones de gatos en el cuarto de Minho. Él estaba frente a mí, acostado sobre el piso y mirando el televisor con gesto aburrido. Realmente, sin prestarle mucha atención. Yo solo me mordía las uñas de las manos y miraba hacía todos lados nerviosamente.

— ¿Y bien? — Minho me preguntó, apagando el televisor con el control remoto e incorporándose hasta quedar sentadó y con las piernas cruzadas.

Lo mire fijamente.

— ¿De qué hablas? — pregunté, mientras, inconscientemente mordisqueaba mis uñas con más fuerza.

— Tú sabes a que me refiero. ¿Hyunjin?

Al salir de la casa de la señora Hwang, rápidamente comencé a hacer llamadas telefónicas a casa y también a Minho. Él me pedía la versión corta de mi primer día y yo solo le di algunos detalles. Como la profundidad de los ojos de Hyunjin y la gran vista que había obtenido del trasero de Chris. Para estas horas, yo ya no tenía ganas de hablar.

— Uh. No, no sé de que hablas. — dije mientras lanzaba miradas cortas hacia el techo y después hacia Minho.

Él suspiró.

— Recuerda, hace cinco horas me hablaste por teléfono y mencionaste lo loco que te traía ese chico. Realmente tiene que estar muy bueno para que le hayas puesto el ojo encima.

— ¡Minho! — grité indignado mientras lanzaba una almohada en forma de gatito hacia su cabeza. Él la atrapo y la coloco a su costado. — Al decir que él me traía loca, me estaba refiriendo a que realmente es un dolor de cabeza. Apenas le hable, ¿cuánto? unos cinco segundos, tal vez menos, y ya me estaba corriendo de su casa. Él realmente apesta.

— Pero eso no le quita lo ardiente. — dijo levantándose del suelo.

— Claro que sí. Además, tú no lo conoces. Oh, y dos palabras, él-es-insoportable.

— Esas son tres. Y tal vez tú seas demasiado insoportable también.

— Oye, ¿estás de mi lado, o qué? — musité frunciendo el ceño y bajando mis manos de la boca.

— ¿Recuerdas el año pasado? Cuando aquella tía tuya fue a visitarte durante el verano y su pequeño hijo quedo ciego temporalmente, porque un compañero suyo le echo arena en los ojos mientras estaban en la playa. ¿Sabes de quién hablo? — él dijo mientras acomodaba su cabeza en mi regazo y miraba con ojos abiertos.

— Obviamente. Ellos son mis familiares. — lamí mi labio inferior. — El pequeño duró enojado todas las vacaciones, y recuerdo que se echaba a llorar cada vez que le hablábamos de castillos de arena y días enteros en la playa. ¿A qué viene todo esto?

— Bueno, recuerda. ¿Qué paso después? ¿Acaso no me contaste que un día fueron a la playa y él se rehusó a bajar del carro? Y entonces ahí estabas tú, dispuesto a sacarlo del asiento trasero para que conviviera un rato con ustedes... — me miró con una mueca de satisfacción en su rostro. Yo aún no entendía nada. — Vamos, ¿qué paso después?

— Él convivió todo el día con nosotros. Le asustaba meterse al mar, porque en su estado se ahogaría al no ver. Pero...

— Tú estuviste con él. Y no lo dejaste solo. Al final del día él se quedo sentado en la orilla, mojándose los pies y construyendo castillos de arena. Porque no sentía más miedo. Él sabía que si algo malo ocurría, tu estarías ahí para él. — Minho dijo, orgulloso de sí misma. Ahora ya entendía su punto.

— ¿Quieres decir que... que debería de ayudarlo a enfrentar...? Uh. ¿Sus miedos?

— Exactamente.

— ¿Y a mí en que me beneficiaría? Es decir, ni siquiera me cae bien.

— No seas tonto. Entre más pronto se recupere, terminaras más pronto el trabajo. Obtendrás el dinero y ayudarás a alguien. No es tan difícil, ¿eh?

No lo había visto de esa forma. Si ayudaba a Hyunjin, tendría que dejar de verlo. No estaría obligado a ir y cumplir mi trabajo. Porque si solo iba y renunciaba, no obtendría el dinero para la Universidad. Solo tendría que dar y recibir. Recibir y dar. Muy sencillo.

— Entonces, ¿cómo descubro sus, eh, miedos? Parece ser muy duro de descifrar.

— Habla con su amigo. ¿Cómo dices qué se llama? Chris. Si, él. Seguramente sabe todo sobre Hyunjin. Lo harás, ¿cierto?

— Por supuesto que sí. — dije mientras me levantaba del sillón y caminaba hacia la puerta. Esta noche tendría en muchas cosas que pensar.

❦ blind heart ; hyunin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora