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Despues de terminar de personalizar un poco la habitación, ambos se tiraron al suelo agotados, pues aunque no fuera mucho requería su esfuerzo.

—¿Que deberíamos hacer ahora?—. Preguntó gon.

—Bañarnos—.

—Pero yo no tengo ropa aquí—.

—Yo te presto—.

(•••)

—¿Que pasa?—.

—Bueno, es que tu ropa es muy chica para mí, killua—.

—No te preocupes por eso. Tengo ropa que me queda bastante holgada, así que puedes tomarla—.

—¡Bien, problema resuelto, a bañarse!—.

Gon se levantó y ayudo a killua para que el también se levantara de la calida alfombra que cubría el piso.

—¿Nos vamos a bañar juntos?—.

Killua se sonrojo ante tal propuesta pero acepto pues pensó en que sería algo divertido. En realidad cualquier cosa que hiciera con gon le parecía divertida.

—Sii... Vamos—.

Primero les avisaron a los padres de gon y después se encerraron en el baño para desvestirse. Mientras hacían eso, charlaban. Gon de sus viajes por el mundo y killua de su antiguo hogar, el continente oscuro.

—¡Mi amiga es una gran dragón marina llamada Aoi kiken! Probablemente nunca la verán pues suele estar en las profundidades del lago doku—.

—Hmm... Eso suena muy interesante, pero si. Probablemente nunca sea lo suficientemente fuerte para ir y ver con mis propios ojos todas esas maravillas peligrosas—.

—No... ¡Yo creo que te volveras muy fuerte, y entonces ambos podremos ir a visitar mi hogar alguna vez!—.

Una sonrisa se escapó de los labios de gon al escuchar lo que decía su amado. Camino y se metió en la bañera mientras abría el agua tibia.

—Por cierto, killua. ¿Tienes familia?—. Gon necesitaba saciar su curiosidad, necesitaba sacar la espina de la duda que afectaba su calma.

Killua camino a la bañera y se metió en su lado, con cuidado de no invadir el espacio de gon.

—Pues supongo que si. La señorita aki dijo que yo era idéntico a papá, con la excepción de que yo soy un omega y el un alfa. Lo único que se aparte de eso, es que me abandono con la señorita aki cuando tenía 2 meses, por lo que me es normal no recordarlo. De mamá no se nada... La señorita aki nunca me respondió cuando pregunté—.

—Ah tu papá también te abandono...—.

—¿El tuyo también?—.

—Si... Nos reencontramos cuando yo tenía 16 años... Hace tres años—.

—Bueno, mínimo el tuyo volvió... El mío no. Aunque como se decía que es humano, dudo que siga vivo y mamá quien sabe...—.

—¿Y no quieres intentar saber más de tu mamá?—.

—No me suena mal, pero literalmente no hay ni un poco de información. O al menos tendría que ver a la señorita aki y volver a preguntarle para intentar saber un poco—.

—¡Bien...! ¿... Y como buscamos a la señorita aki?—.

—Ella vive en el bosque orenji, en el continente oscuro—.

—Hm... Entonces nuestras posibilidades son 0. Tener un permiso para ir al continente oscuro es muy difícil incluso para los mejores cazadores—.

Killua suspiro y asintió sin mucha decepción pues sabía que alguna restricción debía existir debido a lo peligroso que era el continente oscuro para los humanos.

—No importa. No me es urgente saber de algún familiar—.

—Entiendo. Si en algún momento quieres intentar saber dime y te ayudaré—.

—Ah, bien—.

La toalla absorbió la humedad de los suaves cabellos de killua, dejando casi seco sus finas hebras plateadas.

—Todavia me queda media hora... ¿Que quieres hacer, killua?—.

Gon volteo a ver al contrario. Este ya se estaba acomodando en la pila de almohadas en forma circular que armo en su cama.

—... Dormir—.

La respuesta de killua tardo unos segundos en llegar así que gon supuso que ya estaba bastante cansado después de haber acomodado su habitación y eso.


Angelic calamity.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora