Prólogo

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"lo que pudo ser"
El sol se despedía en el horizonte, pintando el cielo con tonos de naranja y violeta. Ella tomó un trago de su batido, mirando la profundidad del mar, ese lugar que siempre fue especial para ambas, todo ocurrió ahi. La otra chica de pelo ondulado llegó siguiendo el viento, su presencia era tan fugaz que apenas tocaba la orilla. Se intercambiaban miradas, las palabras eran innecesarias. En silencio compartieron el peso de los recuerdos mutuos que estaban perdidos en las olas. Caminaron juntas por la playa, sus pasos dejaban huellas en la arena. La brisa salada acariciaba sus rostros mientras el murmullo de las olas y de sus labios tartamudeando por lo bajo intentando decir palabras que no salían llenaban el silencio entre ellas. Sin promesas, sin ataduras, entendieron que la vida era tan efímera como un destello al final del día. Se detuvieron al borde del agua, dónde las olas encontraban su fin. Ambas con los ojos cristalizados y miradas perdidas en la marea. Sin mirarse, se despidieron con un abrazo que contenía más que cualquier discurso que alguna de ellas llegaría a dar. Al sentir el tacto de la otra, los ojos de las dos mujeres se iluminaron.

- Cuando el destino quiera que nos reencontremos y nos demos una segunda oportunidad, yo estaré dispuesta, no lo dudes - dijo la de pelo lacio.

La mujer de rulos volvió a su soledad y la otra desapareció en la penumbra.

Así, como el sol se escondía en el mar, sus historias se entrelazaron por un último instante dejando un eco de lo que pudo ser.

Así, como el sol se escondía en el mar, sus historias se entrelazaron por un último instante dejando un eco de lo que pudo ser

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Lo que pudo ser - Young MikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora