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Isabella cerró la puerta de su habitación con un suspiro, sintiendo una mezcla de frustración y confusión. Mientras se cambiaba, reflexionó sobre la situación. Los celos y el enojo eran emociones difíciles de procesar, pero lo más complicado era admitir sus propios sentimientos hacia Victoria. Sentimientos que no quería aceptar. Isabella estaba en su habitación completamente sola planteándose todos sus pensamientos hasta que unos golpes en la puerta la sacaron de ellos. Isabella se levantó de la cama y se dirigió hacia ella. Mari estaba detrás de la puerta con una bolsa llena de golosinas argentinas en su mano derecha. Mariana sabía que varias de ellas eran las favoritas de Isabella porque se lo dijo cuando volvían del bar.

- Como ayer te fuiste enojada, supuse que no estabas bien y quise venir a saludar. - dijo Mariana con una pequeña sonrisa en sus labios.

Isabella, sin más, dejo pasar a la morena a su habitación. Ambas se sentaron en la cama, al comienzo hubo un pequeño silencio hasta que una de ellas comenzó a hablar.

- Es muy malo si me gusta Victoria? - se sinceró Isabella. Todavía no estaba segura de sus sentimientos pero si estaba segura de que quería saber cualquier tipo de consecuencia que podría tener su enamoramiento hacia la cantante. Quería ser precavida y cuidadosa.

- Isa, por que sería malo? Ella puede ser cantante y reconocida pero sigue siendo un simple humano con los mismos sentimientos que tu y yo. Es más, Vicky es una mujer tan sensible y cariñosa que se podría decir que es hasta más humana que nosotras. - dijo Mariana prestándole atención al tema de conversación.

- ¿Y si yo no le gusto a ella? - dijo Isabella mientras abría el paquete de una de las golosinas que trajo Mariana, era una bananita dolca, las favoritas de Isa.

Aunque, la que tenía el título de psicóloga era Isabella, no es fácil auto diagnosticarse a uno mismo porque, casi siempre, uno no tiene otra perspectiva de sus sentimientos. En este caso, a Mariana le tocó tomar el papel de una persona que analice lo que le estaba pasando a Isabella.

- Mira muchacha, a mí me suena que tú le tienes miedo al rechazo. - dijo Mariana siendo completamente sincera con Isabella.

Isabella miró a Mariana y se quedó pensando unos cuantos segundos.

- Esque, ella tiene a tantas mujeres hermosas atrás de ella y después me tenés a mi. Mariana! Tiene una canción que literalmente dice que todas serían bisexuales por ella! - dijo Isabella frustrada. No solo tenía miedo al rechazo, si no que tambien sufría con el hecho de compararse constantemente con otras personas.

Mientras tanto, en la habitación de Victoria, la situación estaba tensa. La mujer a la que Victoria había prestado una remera seguia ahí adentro y a Victoria no le gustaba nada. Ella no entendía nada de lo que había pasado la noche anterior, estaba lo suficientemente borracha como para tomar acciones sin conciencia pero estaba lo suficientemente sobria como para acordarse de todo.

- Julieta, vete por favor. - dijo Victoria mientras pasaba sus manos por su cara, la situación de Isabella enojada y esta mujer en su habitación, la estaban poniendo muy nerviosa. Necesitaba tranquilizar todo.

- Por qué quieres que me vaya? - Preguntó Julieta desconcertada con el celular de Victoria en su mano.

- Para empezar, no sé ni como terminaste en mi habitación... - Dijo Victoria con un tono de estrés en su voz mientras pasaba su mano por la parte trasera de su cuello demostrando que estaba estresada.

- Tu me invitaste. Luego de lo que pasó en el baño de la discoteca, o acaso no te acuerdas? - dijo Julieta con un tono molesto.

- Mira, estoy en una situación complicada que no se ni por qué ocurrió, necesito que te vayas y me dejes mi remera y mi celular. - dijo Victoria con determinación.

Lo que pudo ser - Young MikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora