𝕰𝖑 𝖊𝖒𝖕𝖊𝖗𝖆𝖉𝖔𝖗 𝖊𝖘𝖈𝖆𝖗𝖑𝖆𝖙𝖆

El Reino Sombrío

- Marco ¿seguro que estarás bien por tu cuenta?- preguntaba Bellial por preocupación hacia Marco.

-Estare bien, padre... Iré al pueblo Geraldine a inscribirme en el gremio de aventureros puede que sea dificil pero lo lograré.- respondió Marco con una mirada confiada.

-Ese es mi hijo jajajaja... buena suerte hijo si se te complican las cosas busca a Axel el sabio podría estar por el observatorio en la ciudad Alopece.- Aconsejó Bellial a Marco.

-Es hora de irnos Bellial, el ejército está listo para partir y los capitanes están a la espera de las órdenes.- Informaba Anders a Bellial

-Bien, hora de partir al Lugar más siniestro al que eh ido... El Reino Sombrío.

Al llegar a la frontera después de 7 días montaron el campamento cerca a un arroyo ya que podían obtener una gran cantidad de agua e incluso comida por los animales que van a beber de este y los peces que lo habitan, claro teniendo en cuenta que de igual manera había monstruos que se acercarían a beber de tal.

Crearon una muralla rodeando el campamento y guardias en las torres en busca de cualquier anomalía, los capitanes Jhon Specter y Alex Larson se reunieron con los generales para hacer un plan de investigación ya que necesitaban información sobre el reino Sombrío.

Se decidió que quienes se infiltrarian serian los capitanes ya que solo ellos tienen la habilidad para entrar y salir de ahí sin ser detectados.

Más tarde en el reino sombrío el capitán Alex descubrió una habitación secreta en el castillo de la reina cuando repentinamente se abrió y alguien pasó.

"Debería activar sigilo y esperar que digan algo interesante"— pensó Alex intentando obtener información.

—¿Que crees que hará la reina con la situación actual?— pregunto un soldado enemigo 1.

—A decir verdad no tengo idea... Espero no intente atacar el Imperio después de todo nuestros soldados han estado muy débiles por falta de agua desde que el dragón de agua se quedó con el lago.— respondió el soldado enemigo 2.

—Por cierto el general que vino del Imperio nos ayudará, ¿cierto?— pregunto el soldado enemigo 1.

—A sobre eso, dijo que haría lo posible pero no sé metería tanto ya que si lo descubren en el imperio sería acusado de traición... Pero ojalá y derrote al dragón de agua después de todo no podemos acercarnos al manantial y el río se está secando.—Respondio el soldado enemigo 2

”Que demonios!! ¿Un general? Carajo, esto se está jodiendo mucho tengo que encontrar a Jhon y salir de aquí"—Pensó Alex en lo que intentaba escapar.

*Jhon tenemos que reunirnos e ir con los Generales tengo información sobre un traidor.* —Dijo Alex mediante magia de telepatía hacia Jhon.

*Enterado Alex, estoy en el cuartel... Retirate intentaré conseguir algo más.—le respondió Jhon a Alex ya que estaba en una situación delicada*

—Así que Jhon si estás aquí es posible que el también, no? Después de todo eres su capitán... Enserio? Después de tanto tiempo que leal eres.—dijo la voz desconocida.

—Oh, así que tú eres el traidor... Demonios jaja Bellial no estará feliz en lo absoluto.—Dijo Jhon con angustia.

—Bellial... Si el vino aquí debe ser una operación importante pero es cauteloso así que no te envío solo a ti... Te importaría decirme quién vino contigo?—Respondió el desconocido.

—No tengo nada que decirte jajaja.—Dijo con una sonrisa Jhon mientras se lanzaba atacando con su espada.—

El misterioso caballero que estaba con Jhon bloqueo su ataque sin mucha dificultad a lo que viendo la situación tenía que acabar rápido y regresar al imperio después de todo no puede dejar que lo descubran.

*Escucha con atención Alex me encuentro con ****** tal parece que el es el traidor y es casi imposible que yo regrese así que te dejo el resto amigo* —Jhon le confío el futuro a Alex e incluyendo la identidad del traidor.—

Alex corrio lo más rápido que pudo hacia los generales ya que vencer al general traidor era algo imposible para el, en el camino vio secuelas de una dura batalla ya que no podía hacer nada más que informar lo sucedido corrió sin mirar atrás.

Llegando al campamento y totalmente agotado se dirigió hacia el general Bellial. Después de contarle lo sucedido Bellial solo podía hacer dos cosas, intentar rescatar a Jhon y exponer que han invadido o regresar a la capital e informar al emperador que hay un traidor... Bellial lo pensó mucho ya que no le podían dejar atrás pero recatarlo sería aceptar que están atacando el reino.

—Lo... Lo siento Alex, tenemos que regresar e informar lo sucedido, es nuestra misión principal.—Dijo Bellial con una sonrisa totalmente fingida.—

—Lo se General, pero es mi amigo... Yo... Solo no puedo abandonarlo.—Respondio Alex desviando la mirada.—

—Alex... Yo... Perdón.— El general se acercó a Alex y lo noqueó con un golpe en el cuello.

—G...General por...que.—dijo Alex mientras caía desmayado.

En la entrada de la ciudad Geraldine se encontraba una joven que recolectaba flores en las afueras de la muralla ya que no había peligro alguno así que sin pensar mucho se separó de sus guardianes.

Pero no podría estar más equivocada ya que a unos pocos metros se escondían unos bandidos esperando acercarse para sorprenderla, poco a poco se alejaba la joven hasta que en un abrir y cerrar de ojos ya estaba rodeada por aquellos malechores.

Saliendo del bosque Marco podía admirar la belleza de los cultivos cercanos al gran muro de la ciudad Geraldine, cuando a lo lejos pudo avistar a una joven rodeada de personas que no se veían tan amigables.

Marco se acercó para saber de qué se trataba cuando uno de los bandidos le lanzó una flecha advirtiéndole que eso no le incumbia.

Marco esquivó la flecha y los observo con una fría mirada, desenvainando su espada y apuntando a los bandidos advirtiéndoles que soltaran a la dama.

Los bandidos rieron y uno de ellos respondió:    —Niño vete de aquí si no te quieres lastimar, este no es el momento de hacerte el héroe.

—¿Héroe? ¿Yo? Jaja por supuesto que no... Pero que clase de caballero sería si no salvó a una dama en peligro.— respondió Marco con una sonrisa.

Por lo tanto el jefe bandido respondió: —Ya veo, así que eres un caballero, bien tu lo pediste... ¡¡Al ataque!!

Continuará...