2016, Venezuela.
Abro mis ojos y mi papa está delante de mí, con un plato, de porcelana blanca en sus manos,con frutas, por más que me guste la idea de despertar y tener el desayuno en mi cama, ¡hoy no! apuesto que son las 5:30 de la mañana, le miro con reproche.
–Buenos días, levántate a desayunar, dentro de media hora, tengo que llevarte al colegio–dice mi papa, con esperanza a que me levante, pues ya me había tapado la cara con la sabana de lino azul– a levantarse.
–Hola papa–digo bostezando, y rascándome los ojos–gracias, se me había olvidado que hoy tenía que presentar el proyecto, en realidad se me había olvidado todo.
El sale del cuarto, esperando que yo me pudiera dar prisa, mientras tanto voy ingiriendo el desayuno, agarro mi teléfono, en mensajes de watsApp, hay un mensaje de un número desconocido, al verlo me pude dar cuenta que, era de John, repentinamente, sentí una rabia impulsiva al ver el mensaje que me había mandado, "te extraño, lo sabes", ¿qué demonios se creía, para escribirme, cuando él sabía que no quiero verlo, ni en pintura?, me calme un poco y decidí eliminar el mensaje e imaginarme que nunca me había escrito.
Termino mi desayuno un poco afanada, en realidad termino de arreglarme afanada, mis ojos están de color violeta, me maquillo un poco, por la ocasión. Salgo del baño con mi lapto Apple, una guía y mi morral negro, quiero que todo salgo perfecto y no quiero dar mala imagen a la hora que vaya a presentar, el proyecto que tanto he trabajado.
Bajo las escaleras y a mano derecha hay una enorme biblioteca de madera carmesí, en un sofá naranja esta mi papa con un traje negro.
–Pero, estas hermosa, cada día te pareces más a tu madre, vayámonos ya son las 6:30–dice mi papa con mi abrigo en sus manos, me lo entrega y salimos de la casa –¿qué es lo que tienes que llevar de refrigerio?, te parece bien, una ¿tarta de chocolate, donas, zumo de Jamaica y galletas pulverizadas?, o...
–Papa está bien, creo que será mejor, una pizza, un zumo de Jamaica y una tarta de chocolate, porque, si compras todo eso para el refrigerio –hago una pausa y sonrió –lo más posible es que me culpen por una indigestión estomacal, y no quiero eso, ya es suficiente que tenga como jurado a la profesora Minerva...
Subimos a la camioneta, una Explorer negra, me siento en el asiento del copiloto, mi papa tiene unas cartas en las manos, y su cara no expresa una grata sorpresa, me pregunto, porque últimamente divaga tanto, ¿será que se siente solo?
–Tu tía patricia me escribió por carta, ella tan bromista con sus juegos–hace una pausa, con voz ronca, pone a andar el carro–si existen los teléfonos e Internet no sé porque tiene tanto flageo en mandar un simple mensaje electrónico, o llamar, será que piensa que es más divertido u interesante haciéndolo de una manera vieja-mente tradicional.
– El mes pasado le envié una carta, pidiéndole una receta de una tarta de frambuesa, le dije que la necesitaba ese mismo día, para el cumpleaños de Samuel, y la mando 3 días después diciendo que lo lamentaba, que el cartero no paso ese día, y no pudo hacer nada para evitar el inconveniente, le envié una carta diciéndole que sí pudo mandarme la receta por Internet, ¿sabes, que me dijo?. Eso es del diablo, mas nunca me hables, eres una arpía – dije remedando a mi tía, y moviendo las manos de atrás para delante, mi papa abrió su boca impresionado, está seguro que mi tía está loca, pero no se imaginó, que tanto se le soltaban los tornillos.
–Pero, está más chiflada de lo que pensé, ¿cómo te puede decir esas cosas sin sentido?, tenle paciencia, ella era la tía favorita de tu madre... si no ¿porque crees que me la sigo aguantado?, además ya está como que, en sus últimos días, síguele la cuerda así te saque de tus casillas.
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Ikap Sust y los cuervos hambrientos -Jahaziel Torres |#WOWAwards
FantasyIkap Sust, una joven que desde niña tiene la característica de cambiar el color de su ojos acorde a sus emociones, es única. Literalmente lo es. Luego de despertarse, tras dos años en coma, se encuentra con un panorama desolador. Las mujeres han des...