Quería cumplir cada uno de los deseos del menor, aunque si fuera por él, se tomaría todo el tiempo necesario y sería extremadamente cuidadoso, pues aunque ardía en deseo por volverse uno con Wooyoung, tampoco quería lastimarlo o presionarlo, por lo que estaba dispuesto a dejar sus deseos de lado y darle todo el tiempo que necesitara aún si para él mismo la espera le resultara insoportable. Le preocupaba un poco lo enérgico que se mostraba, pero por otro lado no podía negar que estaba ligeramente agradecido de esa cualidad ya que podía permitirse ser mas impulsivo.
Aunque moría de ganas por estar dentro de Wooyoung, quería jugar un poco su paciencia. Con su diestra tomó su erección y la ubicó entre los glúteos del menor, rozando su miembro sobre su entrada en un lento vaivén mientras que con su otra mano estimulaba sus pezones, al mismo tiempo que dejaba cortos besos sobre su cuello y dejándole otro par de moretones.
Desafortunadamente para Wooyoung - aunque afortunadamente para San -, el menor no era alguien que contara con mucha paciencia, por lo que cada lento roce, cada lento beso y cada lenta caricia era como una tortura para él. Sentía su cuerpo estremecerse y contraerse incluso cuando era solo la respiración de San rozando su piel. Con sus manos atadas detrás de su espalda sus acciones se veían altamente limitadas, impidiéndole tocarse a si mismo y solo dependiendo de la estimulación que el mayor le proporcionaba. Incluso la sola acción de levantarse le era imposible ya que San ejercía peso sobre él, inmovilizándolo. Pero se estaría engañando a si mismo si dijera que la situación en general no le parecía increíblemente excitante. La sola idea de ser dominado por San, de sentir su fuerte cuerpo sobre él aprisionándolo hacia que sus entrañas se retorcieran de placer. Estaba seguro de que con solo aquel pensamiento sería capaz de venirse.
Se removía entre las sábanas, maldiciendo entre gemidos y jadeos, desesperado, necesitado, con el único obsceno deseo de que San lo follara tan fuerte que pudiera sentir su interior desmoronarse. Le miró de reojo, sus ojos emanando una mezcla de placer y molestia.
— I-Idiota... L-Lo estás haciendo...a p-propósito... — Su voz temblaba y su respiración estaba tan agitada que sus palabras salían entrecortadas.
San se encogió de hombros y sonrió burlonamente. — Hm... ¿Quizás?. —
— Ah... Mierda... — Gimoteó. — P-Por favor... N-No lo...soporto más... —
— ¿Qué cosa? — Susurró en su oído ladeando un poco su cabeza fingiendo confusión.
Desesperado, hizo un intento por empujar el cuerpo del mayor que lo mantenía presionado contra la cama, pero este se vio interrumpido por el fuerte agarrase de San que lo retuvo en su posición.
— ¿Pero cuál es la prisa? — Preguntó con ironía.
— M-Maldita sea... M-Me estás matando... — Estiró como pudo sus brazos apresados hasta que sus dedos rozaron su entrada que ya goteaba por el exceso de lubricante que producía. Hizo un intento de introducirlos en si mismo, necesitado de sentir su interior lleno. Pero nuevamente, San se lo impidió.
Envolvió en su mano la punta del cinturón que amordazaba las manos de Wooyoung, tirando de ella hacia arriba y alejando sus dedos que amenazaban con invadir su interior. — Jung Wooyoung, qué intentabas hacer? —
La poca paciencia de Wooyoung ya se había agotado, sentir su interior vacío lo llenaba de frustración. Miró al mayor con ojos cristalinos, un par de lágrimas ya humedeciendo sus mejillas. — San... P-Por favor... — Por más que intentó mantener la compostura, su voz terminó por quebrarse. — Por favor...métela... Es insoportable no tenerte dentro de mi... —
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𝑨𝒈𝒂𝒑ē
FanfictionLa sociedad está estructurada por una intrincada jerarquía. Los alfa, con su presencia imponente, gobiernan los niveles superiores, mientras que los beta son generalmente ignorados por la sociedad. Los omegas, la clase protectora pero marginada, enf...