Ella También Me Gusta. (En Edición)

Capitulo 7

Habían pasado 2 años desde la amistad de Leo, Nando y Alejandra.

Alejandra estaba en casa con su madre y su padre, alguien toco la puerta y ese alguien era un vecino que les entrego una carta a Pedro y a Gloria. Esa carta cambiaría todo en un segundo.

Gloria y Pedro leyeron la carta:

Gloria, Pedro, de seguro sí se acuerdan de mí, ¿verdad? Bueno, eso no importa, lo que importa es que ya salí de la carcel. Se dónde viven, dónde trabajan, su rutina, también se que su hija Alejandra tiene 2 mejores amigos, se que ustedes viven en Puebla. Pero creo que eso no es muy importante que digamos, lo que importa es que vengo por la parte que me corresponde, su hija. ¿Apoco creían que esto se iba a quedar así? no, yo sí me voy a casar con su hija.

Les doy 1 semana, 1 semana para que se vayan preparando para no volver a ver a su querida hija
nunca más. Tranquilos, no le voy a hacer más, solo me casaré con ella.

No lo olviden 1 semana.

Att. Rodrigo

—¡Ese maldito nos logro encontrar!
—Exclamo Pedro muy enojado, apunto de estallar.

—¿Que pasó? —pregunta Alejandra confusa.

—Hija... es Rodrigo, nos encontró, se quiere casar contigo —Dijo Gloria preocupada y triste.

—¡No, no! ¿Pero por qué? ¿Cómo nos encontró? ¿Por qué conmigo? —Pregunta Alejandra apunto de llorar.

—¡No se, no se! Rodrigo es un pinche enfermo.

—Ven Pedro, tengo que hablar
contigo.

Gloria y Pedro fueron a su habitación para hablar.

Después de que los padres de Alejandra hablaran, volvieron con su hija.

—¿Que paso? —Pregunta Alejandra

—Hija...

—Hemos decidido que... que te vas a ir de Puebla, tu sola. —Agrego Pedro.

—¡¿Pero como?! ¡¿Yo sola?! ¿Y ustedes? ¡¿Y mis amigos?! —Pregunto Alejandra alterada.

—Es la única forma de que Rodrigo no te encuentre, ni se case contigo. —Dijo gloria

Alejandra comienza a llorar.

—Ya no llores hija, te irás con tu tía, tu tio y tu primo Diego.

—¿Me van a mandar a Veracruz? —Pregunta Ale secandose las lágrimas.

—Si, mi amor.— contesto Gloria.

Se quedaron hablando un rato hasta que Alejandra les pidió permiso para ir a la panadería, sus padres aceptaron.

Alejandra fue a la panadería San Juan.

Alejandra se encontró con Dionicia y le pregunto que si podía llamar a Leo y Nando.

En lo que Dionicia iba por Leo y Nando, Alejandra se quedó pensando en lo que había pasado con sus padres y con Rodrigo.

Narra Alejandra:

Yo no me quiero ir de Puebla, me quiero quedar aquí con mis padres y con mis únicos amigos. Todo es culpa del maldito de Rodrigo. Lo odio, lo odio con toda mi alma, me va a separar de mis padres, mis mejores amigos.

Narrador off.

Dionicia volvió con Leo y Nando.

Los tres se saludaron y comenzaron a hablar.

Nando noto que Alejandra tenía la mirada algo triste.

—Oye Maleja, ¿estás bien? —Pregunta Nando tomando el mentón de Alejandra suavemente haciendo que lo volteara a ver.

—Claro que estoy bien —Contesta Alejandra viendo a Nando.

—¿Segura? es que te veo triste.

—Si, segurísima. —Dice Alejandra con una sonrisa forzada en su rostro.

Narra Nando:

Cuando hice contacto visual con Alejandra sentí como mis mejillas ardian, las sentía muy calientes y yo estaba muy nervioso. Sentí algo raro en mi estómago como mariposas, esas mariposas que dicen que estás enamorado. ¿Será que estoy enamorado de ella...? no, no lo creo...
¿o si?

No, claro que no. Ella tiene catorce y yo dieciocho, le ganó por cuatro años. Que miedo.

Narrador off.

—Nando, Ale, ¿están bien? —Pregunta Leo algo celoso.

Nando suelta a Alejandra. —Claro que si, Chisguete. —Responde Nando algo nervioso.

—¿Seguro?

—Que si, Chisguete.

Comenzaron a hablar y decidieron salir a caminar.

Leo, Nando y Alejandra disfrutaron del resto de la tarde. Alejandra estaba algo extraña y con una expresión algo triste, lo cual los hermanos notaron pero no dijeron nada.

Se había hecho de noche Nando y Leo llevaron a Alejandra a su casa y ellos se fueron a la suya.