LA PALABRA DE UN ADDAMS

PREPARATIVOS

La sonrisa de Merlina Adams era algo que rara vez pasaba, de hecho, solo se le habia visto sonreir pocas veces, y esas veces solo era por que estaba torturando a su hermano, o por que algo salía como ella quería.

Tenía ya el contrato en sus manos, contrato que le daba específicamente lo único que le faltaba para cumplirb su objetivo de ser Reina, una esposa... un pergamino enrollado que dedos iría a guardar en un lugar seguro, se sentía cada vez mas cerca de su objetivo, nada podía arruinar ese dia, absolutamente nada...

--Merlina..—La voz de su madre llamándola por el pasillo hizo que la sonrisa se desvaneciera—necesitamos hablar sobre los preparativos de la boda—

--¡yo quiero ser la niña de los pétalos!—exclamo Leslie entusiasmada con una gallina cacareando.

La mente de Merlina volvió a la tierra en ese instante, observando a tres rubias que estaban frente a ella, todo era muy reciente, y pensar en enfrentar a su madre sin un plan no era conveniente, tenia que ganar un poco mas de tiempo, tratar de que Enid no quiera correr cada vez que se le acerca, y tratar de quitar esa mirada asesina que le daba a las hermanas de su "prometida", un escalofrio la recorrio al pensar en esa palabra, mentiría si dijera que no pensó en algún dia casarse y tener descendencia, buscaría a algún omega bonito que le dijera que si a todo y se portara bien, pero las circunstancias la habian llevado a algo muy diferente, al menos el omega era bonito.

Su mirada enfoco a Enid, observándola con detenimiento, dándose cuenta de un pequeño detalle.

Enid solo tenia algunos cambios de ropa, y en ese momento constaba de pantalones desgastados y remendados, botas y una vieja blusa de un horrible rosa que le hacia revolver el estomago de Merlina, si enid era su prometida, tenia que vestir a la altura de una futura reina consorte.

--Prima, necesito que entretengas a mi madre—exclamo el alfa notando como su prima estaba muy entretenida observando al alfa rubio pelear con la gallina por un trozo de pan.

--¿Merlina?—llamo Morticia a la puerta.

La pelinegra avanzo hasta ella abriéndola—hola madre, adios madre—menciono tomando la mano de Enid jalándola hacia afuera--¿ sabias que Lena se casara pronto?—exclamo la pelinegra notando el rostro asombrado de su madre, para despues verla observar a su prima, la cual volteo de inmediato desconcertada.

--¡Lena!, eso es una gran noticia, por fin ya están sentando cabeza, ¿ y quien es el apuesto alfa o beta que gano tu corazón?—

--no, no es..—

--¡soy yo!—la interrumpio Kara sonriente.

--un alfa fuerte y guapo, buena elección querida—

--¿ que?, no, yo no..—

--le informare a tus padres, estarán contentos de saber que su rebelde hija ya encontró el amor en un habitante de Nevermore—Morticia salió de ahí dejando a una Lena balbuceante sin darle la oportunidad de hablar.

--¡soy talla cinco!—grito Kara orgullosa.

Por otra parte, enid prácticamente era arrastrada por el castillo hasta una de las habitaciones, donde al cerrarse la puerta, de inmediato se puso a la defensiva, observo como el alfa en la habitacion soltaba un suspiro y balbuceaba cosas incomprensibles, cuando la vio moverse hacia ella, de inmediato su cuerpo se tenso.

Merlina avanzo hacia ella comenzando a caminar a su alrededor viéndola de arriba hacia abajo por unos segundos—puedes respirar, no es necesario que aguantes la respiración—exclamo notando como la rubia soltaba poco a poco el aire que mantenían sus pulmones—bien, espera aquí—la pelinegra salió dejando a una omega confundida.