Love || Minsung [FINALIZADA]

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A las 19:00, el grupo de amigos se despidió y cada quién volvió a casa por su lado, excepto por dos chicos que debían ir a estudiar todavía. La oscuridad pronto tapó las calles y las nubes grises se formaron en el cielo apuntando a que esa noche iba a haber una tormenta típica de verano.

—Adelante, pasa. —Señaló Jisung tras abrir la puerta del departamento. Su hermana llegaría tarde por lo que todo estaba apagado adentro.

Tanteo la pared buscando las luces irritado, ya le dijo a su hermana que no lo dejara a oscuras cuando salía y ella seguía haciéndolo. De la nada, dio unos pasos en falsos y tropezó con una zapatilla tirada en el suelo, cabe decir que la misma que él dejó en la mañana, cayendo de frente al suelo. El impacto fue bastante duro, las lágrimas se juntaron en sus ojitos y se quedó sentado como un niño pequeño sobando sus rodillas que tuvieron todo el impacto de la caída. Rápidamente Minho encontró la luz, la encendió y visualizó al menor a punto de llorar. La imagen le causó una punzada en el pecho y rápidamente se agachó a su altura, tomándolo en brazos para llevarlo al sillón.

—Aigo, Hannie ¿te lastimaste?

—Mmh sí. —Sollozo sin soltar el cuello del mayor cuando quiso dejarlo, entonces el castaño tuvo que sentarse con él encima. —¿Me sangra?

—A ver...—Al revisar sobre la tela no habían rastros de sangre, el pantalón que traía evitó que tenga más que un simple rasguño, pero seguro le dejó un buen moretón. —Bájate el pantalón.

—¿No-no me vas a invitar a una cita primero? —La broma salió en medio del llanto, haciendo que Minho no sepa si reír o tomarse enserio lo que le decía el chico.

Al final terminó riendo.

—Abajo. —Ordenó, agarrandolo para sacarlo de su regazo. Sin embargo, al tocar su estrecha cinturita, sus dedos picaron por quedarse ahí y no pudo hacer nada. —O mejor no.

—Mira nada más, pensé que yo era el gay, pero me ganaste.

El pelinegro se secó las lagrimitas de cocodrilo y pegó un saltito yendo al baño para cambiarse. El mayor mientras tanto se mordió los labios pensativo. Cada vez tenía más dudas sobre lo que sentía cuando estaba con Jisung, es decir, se conocen hace años, pero siempre tuvo esa preferencia por el menor, siempre lo trató distinto que a Felix o Chan, con él era cariñoso y cedía fácilmente a lo que sea que le pida hacer, no se resistía de ninguna manera. Puede ser agrumador a veces ponerse a pensar en Jisung con detenimiento porque siente mil cosas a las que no tiene respuesta. Últimamente creía que probablemente sí le guste, pero por otro lado existía esa barrera invisible de la indecisión que no le permitía ser claro.

Odiaba no saber que hacer, si seguir actuando como si nada pasara en su interior para que su amistad no se pierda o dejarse llevar por sus instintos y actuar con el corazón anulando su razonamiento que lo limitaba.

—Minho, Jisoo me mandó mensaje que pidamos pizza si tenemos hambre. ¿De que la quieres? —Jisung salió del baño aun con el cabello mojado, pero ya vestido con ropa casual.

Minho se perdió brevemente en la remera de osito que traía. Desconocía esa prenda corta que dejaba expuesto el ombligo del chico y también se sorprendió bastante al ver el piercing que decoraba el mismo. ¿Cuando se lo hizo y por qué él nunca lo vio?

—Te hiciste un piercing nuevo sin mi, Jisung. —La oración se tiñó de un tono de reproche. No lo juzgaba ni nada, sino que se ofendía por no saberlo antes. —¿En qué momento?

—Ah, lo siento, me lo hice con Felix una vuelta que fuimos al centro, había una tienda de tatuajes y él me dijo ¿y si nos hacemos una perforación en el ombligo? Y yo dije "bueno" y he aquí mi hermoso escorpión, saludalo.