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Desde las tribunas, Jisung observaba junto con Felix el partido de práctica de sus hyungs. Los tres mayores jugaban para los Pitbulls, el equipo del colegio con jugadores seleccionados que iban a participar en los Intercolegiales. No todos los chicos podían entrar, sino que eran elegidos por el entrenador y muchas veces salían rechazados, pero Jisung sabía de antemano cuando se hicieron las pruebas, que Minho iba a entrar, y así fue. Estaba muy orgulloso del logro de su amigo, le parecía genial y amaba verlo usar aquella musculosa blanca con franjas azules, le hacía ver tan sexy que no culpaba a Lia de tenerle ganas igual que él, pero aún así no va a cederle nada.

Finalmente el partido terminó dando la victoria al equipo liderado por Minho, mientras que el de Bangchan perdió por un punto. Los muchachos salieron de la cancha, algunos dirigiendose a los bancos y otros a las duchas. El par de amigos bajó por las gradas, yendo directamente a las bancas donde los esperaban para poder irse todos al parque un rato, claro, después de pasar por el baño.

—Hola. —Saludó Chan. Felix le sonrió y se acercó a darle una botella de jugo energizante que le compró afuera.

—Para que te recupes. —Le dijo buscando otra botella de su mochila cuando Changbin también apareció entre la muchedumbre. —Ten, para ti también.

—Gracias, Bokkie. —Changbin le pellizco la mejilla provocando que el de pecas ría como un bebé frente a sus ojos.

A un costado de la linda escena de tres, Minho bebió de su triste botella de agua, resignado a no recibir nada, hasta que Jisung conectó miradas con él y le sonrió, sacando una botella de contenido azul como las de Felix. Por alguna razón, sintió felicidad con ese pequeño gesto, se emocionó más de lo normal con el hecho de que Jisung le diera el jugo y no Felix.

—Gracias...—De forma inevitable sonrió como un tonto al tomarlo. Rozaron sus dedos en el intercambio, y eso hizo que se sintiera extraño, una reacción inesperada que lo avergonzó un poco.

Jisung alejó la mano rápido y le sonrió de vuelta. —¿Vamos a ir a tu casa o a la mia hoy?

—A tu casa, mis primitas van a estar en la mia y no me gusta que anden molestando cuando estudiamos.

—Pero si Yujin y Leeseo son unos amores, les caigo muy bien.

—Ese es el problema, van a querer estar encima tuyo y no quiero que nos interrumpan. —Minho sacó una toalla de su bolso. —¿Me cuidas las cosas en lo que me doy un baño rápido? Vamos al parque con los chicos y después a tu casa.

—Sí, ¿te quedas a dormir? —Preguntó Jisung esperanzado en que le diga que sí. —Mi hermana trabaja hasta tarde, tal vez no vuelva y no me quiero quedar solo.

—Bueno. —Era obvio que aceptaría sin problemas, siempre lo hacía.

Han vivía únicamente con su hermana mayor desde ya hace un par de años. Sus padres no podían dejar la casa en Incheon sola, tenían un negocio familiar que atender, así que enviaron a sus hijos a vivir en un departamento de dos habitaciones y una sala, no era muy grande porque se ajustaba al dinero que tenían. En ocasiones Jisung se sentía triste por las ganas de ver a sus padres, odiaba el tiempo que pasaba en soledad cuando su hermana lo dejaba por trabajo y más o menos por esa razón los chicos lo invitaban a quedarse en sus casas prácticamente todos los días. Los mayores lo cuidaban al igual que a Felix, pues eran los bebes del grupo por así decir, pero Jisung recibía más atención de parte de Minho desde el primer momento en el que lo conoció en primer año de secundaria. Atesora en su corazón ese segundo en el que cruzó miradas con el castaño y su corazón palpitó por la sorpresa de ver a alguien tan guapo, jamás lo va a olvidar.

Al cabo de unos cuantos minutos, Minho salió de las duchas junto con Chan y Changbin. Por fin podían irse al parque. Salieron del establecimiento y tomaron el colectivo en la parada de la esquina del colegio, habitualmente lo hacían para ir a la casa de Felix que quedaba cerca. El grupo entero consiguió la fila de asientos del fondo y allí iban haciendo ruido, principalmente Changbin y Jisung que solían ser el dúo dinámico de gritones. La gente alrededor era poca, por lo que disfrutaron el corto viaje como quisieron.

Al llegar al parque, Minho se atrevió a tomar la mano de Jisung, indicandole que lo siga en secreto de los demás. El menor atinó a sonreír confundido, siguiéndolo sin reproches. Con el roce de manos, su mente voló lejos, sentía el calor de Minho rodearlo y eso lo puso un poco nervioso. Una vez el resto del grupo quedó atrás, Minho lo soltó y caminaron al par del otro en calma. El silencio era cómodo, pero el pelinegro seguía dudoso con lo que hacía el mayor. ¿A donde lo llevaba? ¿Por qué solo a él? Podía imaginarse miles de escenas como en las películas donde el protagonista elegía a la chica que le gustaba y buscaba tiempos a solas. Que lindo es el poder de imaginar cosas, aunque poco realista.

Decidió volver a sí, no podía dejarse llevar tanto tiempo sin hacer caras extrañas, de verdad no se percataba cuando fruncia las cejas o hacía muecas, parecía un loquito. Sacudió la cabeza y se quedó viendo el perfil de Minho; tan lindo y perfecto. Moría por gustarle de la forma en la que a él le gustaba.

—Hyung...—Llamó en un casi murmullo. —¿Que quieres hacer conmigo?

—Contigo muchas cosas. —Jisung levantó la mirada asustado y él solo le guiñó coqueto. —Es broma. Te quiero mostrar algo que encontré el otro día y me pareció muy adorable, pensé en ti y sabía que te gustaría verlo.

—¿De verdad pensaste en mí? —Nuevamente los pensamientos de Han fluyeron como el agua y sus ilusiones de la misma forma se dispararon. Era inevitable que con los gestos de Minho, por más que los hacía sin darse cuenta, se emocionara mucho.

—Sí, iba a llevarte una, pero al final me llamaron urgente que vaya a casa y no pude. —Pasaron por un par de ramas en el mini bosque, desviandose unos metros del sendero. —Aquí es.

A la vista se lució un tronco cortado por la mitad. Jisung no entendía que es lo especial que el mayor le mostraba, así que no se movió de su lugar. El castaño lo tomó otra vez de la mano y se acercaron juntos al tronco, notando enseguida un hueco en medio con un conjunto de piedras preciosas, todas de un color morado resplandeciente. La belleza de la naturaleza los deslumbró.

—Que hermoso. —Jisung apretó la mano de Minho inconscientemente, llamando la atención de este.

—No más que tu...

—¿Qué? Oh, mira, esa tiene forma de corazón. —No escuchó lo que dijo el contrario, estaba muy concentrado en el brillo de las piedras y principalmente en una con forma de corazón.

Minho llevó la mirada a lo que tenía encantado al bajito y la tomó con cuidado, limpiando un poco la tierra de la misma antes de dársela.

—Para ti.

—Aww muchas gracias, Lino hyung. Que linda es.

Como forma de agradecimiento, hizo puntitas de pie y dejó un beso en la mejilla de su hyung, sonriendo tímido después. El acto fue tan tierno para Lee que su cara se puso roja y tuvo que fingir una tos para recuperarse.

—Bien, debemos volver o los chicos van a preocuparse porque desaparecimos de la nada. —Dijo apurado por salir del pánico que lo invadió.

—¿Me tomas la mano? —Preguntó Han buscando molestarlo ya que notó lo avergonzado que se puso.

—No, fuera.

—¡Ay vamos, que no te de pena! Fue un besito por la piedra de corazoncito nada más...a menos que sea tu forma romántica de confesar tus sentimientos hacia mi. Descuida, ya sabía que te gustaba.

—En tus sueños, mi amor.

—¿Ves? No es muy hetero de tu parte llamarme amor y sonrojarte por un beso en la mejilla.

Minho rió viendo que no tenía escapatoria, Jisung lo siguió molestando todo el camino hasta llegar con los chicos, y para completar, Changbin ni bien los vio empezó a decir que eran la parejita del grupo. Pasaron la tarde riendo como tontos y dándose una que otra miradita discreta, Jisung con sus sentimientos más claros que el agua y Minho con una iniciativa de aceptación respecto a los suyos.

Love || Minsung [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora