Capítulo 6

443 3 0
                                    


Diana le contestó rápidamente: "Maestra Dulce, yo a..." pero fue interrumpida por la Maestra.

"Dime, Miss Dulce. Es más fácil de pronunciar para los peques. Mira, primero se desayuna, pero ya que eres la primera en llegar, tendrás que esperar un poco. ¿Por qué no vas a jugar un rato?" La Maestra Dulce tomó la mano de Diana y la condujo hacia una sala de juegos. "Bueno, te dejo, pequeña. No hagas travesuras. Iré a preparar las cosas para cuando lleguen los demás."

La Maestra se fue, dejando a Diana sola en el área de juegos. Diana, algo confundida por la situación, dijo en voz alta: "Genial. Solo vine a investigar a una villana más, y ahora estoy en esta situación tan ridícula. ¿Cómo llegué a esto?"

Se encontraba sola en la sala de juegos, reflexionando sobre cómo una misión para atrapar a una hechicera peligrosa la había llevado a una situación tan desconcertante y peculiar. Mientras esperaba a que los demás niños llegaran, se preguntaba cómo resolvería esta extraña situación sin comprometer su verdadera identidad.

Diana intentó contestar rápidamente: "Maestra Dulce, yo a...", pero fue interrumpida por la Maestra.

"Dime, Miss Dulce. Es más fácil de pronunciar para los peques. Mira, primero se desayuna, pero ya que eres la primera en llegar, tendrás que esperar un poco. ¿Por qué no vas a jugar un rato?" La Maestra Dulce tomó la mano de Diana, quien se sintió incómoda con ese gesto infantil, y la condujo hacia una sala de juegos. "Bueno, te dejo, pequeña. No hagas travesuras. Iré a preparar las cosas para cuando lleguen los demás."

La Maestra se fue, dejando a Diana sola en el área de juegos. Diana, sintiéndose fuera de lugar con el trato infantil, dijo en voz alta: "Genial. Solo vine a investigar a una villana más, y ahora estoy en esta situación tan ridícula. ¿Cómo llegué a esto?"

Se encontraba sola en la sala de juegos, reflexionando sobre cómo una misión para atrapar a una hechicera peligrosa la había llevado a una situación tan desconcertante y peculiar. Mientras esperaba a que los demás niños llegaran, se preguntaba cómo resolvería esta extraña situación sin comprometer su verdadera identidad y sintiéndose incómoda con el tratamiento infantil que recibía.

Mientras daba vueltas por el salón, intentando pensar en algo que la sacara de aquella situación, Diana reflexionaba en su mente: "Esto es magia, ya que si fuera ciencia, no hubiera sido tan rápido. Esto es casi igual que cuando me transformaron en un cerdo. Me tengo que comunicar con la Liga para resolver esto."

Después de unos quince minutos de dar vueltas, finalmente se sentó en una esquina para descansar. Fue entonces cuando escuchó risas y voces de niños; al parecer, los alumnos de jardín de niños estaban llegando. Diana pensó para sí misma: "Genial, ahora todos esos niños me verán vestida así. Vaya."

Enseguida, entró la Maestra Dulce y le dijo: "Ya llegaron tus compañeritos. Ahora, sal de ahí y vamos a que los conozcas." Diana se preparó para enfrentar la situación y salir de la esquina donde se había refugiado, consciente de que tendría que interactuar con los niños y mantener su identidad oculta de una manera que no comprometiera su misión.

La regresión de la mujer maravillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora