Tn caminaba con una laúd en sus brazos por el bosque mientras buscaba una forma de como ir al Valhalla ya que siempre se encontraba con un dios para poder ir.
Por eso se dirigía al campo de flores en donde casi siempre se encontraba con Afrodita.
Tn:¿Hola?, ¿Señorita Afrodita? -mira por varios lados esperando alguna respuesta-
Afrodita:¡Muñequita viniste!
La pelirroja miró donde estaba la diosa y está la abrazó enterrando su cabeza en sus enormes atributos.
Afrodita:Ya esperaba verte, ¿Mmm?, ¿Y esa laúd? -suelta a la pelirroja-
Tn:Este... en mis clases compuse una canción y... quería que ustedes los dioses tengan el honor de escucharla -le muestra la laúd sonrojada de la vergüenza-
Afrodita:¿En serio?, no sabía que tenías un don para la música
Tn:También compongo
Afrodita:¿Ah si?, ¿No te molestaría tocar un poco para mi?
Tn:No señorita -toma la laúd y empieza a tocar una dulce y hermosa melodía-
Afrodita a pesar de haber vivido siglos nunca había escuchado nada semejante como la melodía que tocaba la niña. Era tan exquisita y cautivadora que la dejó sorprendida por las habilidades musicales de la niña.
Afrodita:Los demás tienen que escuchar tu canción -toma la mano de la niña para ir directo al Valhalla-
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-¿Para qué querías que estemos aquí Afrodita?
Los dioses estaban reunidos en un gran salón, la rubia quería que todos vieran el talento musical de la niña y por eso los reunió a todos.
Afrodita:Pues acabo de encontrarme con mi niña y dijo que acaba de componer una canción y quiere que tengamos el honor de escucharla
-¿Eh?, solo para eso
-Que estupidez
Pero palidecieron al ver la mirada fulminante que les estaba dando la diosa haciendo que se queden callados.
Quizás le tengan miedo al dios del mar, pero Afrodita era peor cuando estaba enojada, después de todo las mujeres eran aterradoras cuando se enojan.
Afrodita:Conque estupidez,¿Eh?, yo les dire que es una estupidez, que crean que mi niña no tiene talento -mira después a la pelirroja quien estaba nerviosa- Vamos querida, demuéstrales de la que eres capaz
