Tn estaba bajando por el camino del palacio rojo que guiaba al enorme río que tenía en frente, al llegar se quitó los zapatos y se sentó sobre una piedra para poner los pies en el agua, soltó un suspiro tranquilo mientras empezaba a disfrutar un poco la brisa cuando escuchó un ruido en el agua.
Algo asustada se alejó pensando que se trata de un animal pero se sorprendió al ver cómo Poseidón salió del agua.
Su rostro enrojeció un poco al ver cómo pequeñas gotas de agua caían en el musculoso cuerpo del rubio.
Tn:P-Poseidón, ¿Que haces aquí?
El rubio no contestó, solo se acercó a la pelirroja esta estar frente ella.
Poseidón:¿Aún traes puesto el collar que te di?
Tn:E-Eh si -saca el collar que estaba oculto entre sus ropas-
Poseidón:Vamos -empieza a caminar hacia el agua-
Tn:¿A donde vamos?
Poseidón:Quiero mostrarte algo
Una vez dentro del agua, Poseidón cambió su cuerpo al de un tritón, Tn se sonrojó al verlo en esa forma porque estaba desnudo de la cintura para arriba.
El rubio tomó su mano y empezó a nadar por el río hasta llegar al mar.
Al llegar Tn escuchó un ruido, miró hacia adelante para ver cómo una manada de delfines se acercaba a ellos.
Varios delfines jugaban con el cabello de la pelirroja y se frotaban en ella en busca de mimos, Tn no pudo evitar reír un poco por el comportamiento de los mamíferos. Vio que otros delfines se acercaban a Poseidón y este los acariciaba.
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Después de un rato los delfines se fueron, Tn miró un poco con pena como se iban ya que quería jugar un rato más con ellos, pero en eso vio cómo Poseidón extendió su mano, como si tratara de convocar algo. Vio a lo lejos algo acercase, al estar lo suficientemente cerca vio que se trataba de una criatura que jamás había visto.
Era una especie de caballo con cola de pez.
Un poco intimidada se ocultó detrás del rubio, este al ver los nervios de la joven tomó con cuidado su mano para acercarla al animal.
Tn al ver lo que hacía miró al Dios asustada, pero este le dio una mirada relajada para que se acerque, trató te mantener la calma al ver cómo el gran animal marino acercaba su cabeza a ella, cerró sus ojos esperando a que pase algo, pero sintió como la cabeza de la criatura se frotaba contra su mano.
Algo más relajada empezó a acariciar la cabeza como si se tratara de un caballo normal.
