Una pequeña niña pelirroja corría por el enorme bosque llorando, su madre otra vez la había regañado solo por no ser tan inteligente como Ares y Ariana, las mangas de su vestido estaban húmedos por la sangre debido a que su padre la había castigado por hacer una pequeña rabieta.
Aunque Ares sano sus heridas con su magia no pudo evitar escapar directo al bosque.
Tn:¡Mamá!, ¡Papá!, ¡Los odio!, ¡¿Porque siempre son tan malos conmigo?! -grita llorando-
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Mientras más seguía corriendo se detuvo al ver que llegó aún campo lleno de margaritas, quedó sorprendida por la hermosa vista, se recostó en las flores y en cuando menos se lo esperó se quedó dormida.
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Sintió como todo su pequeño cuerpo estaba entre un millón de plumas, también sentía como su cabeza estaba siendo acariciada suavemente.
Al abrir los ojos vio a una hermosa mujer rubia sentada en la cama mientras con su mano acariciaba su cabecita.
XXX:¡Oh!, ya despertaste querida
Tn no respondió, sus ojitos brillaron al ver a la rubia, era la mujer más hermosa que había visto, era más hermosa que su madre y la emperatriz, al parecer estaba frente una diosa.
Tn:Woaa, es la mujer más hermosa que he visto señorita
La rubia soltó un pequeño chillido al escuchar el cumplido de la niña, la había encontrado tirada en el campo de flores en el que suele descansar, al verla quedó encantada por la belleza de la niña que decidió traerla a su palacio.
XXX:Ay me alagas querida
Tn:No, es verdad, nunca había visto alguien hermosa como usted, señorita... -mira tratando de saber su nombre-
XXX:Afrodita, me llamo Afrodita, pequeña
Tn:Afrodita, que lindo nombre señorita
Afrodita:¡Ay eres tan tierna!, veo que hubo algo bueno de que los humanos ganaran el Ragnarok
