Eso & Más.

VIII

Hacienda la Morenita

El timbre sonó por lo que Jimena dio un último vistazo a su mesa ya lista & decorada por ella misma para luego llamar a Oscar & Duvan & esperar que Humberta abriese la puerta.

— Hola...

Saludo sonriente como siempre a su hermana Norma, cuñado & sobrinos. Segundos después aparecieron su Madre & su abuelo, & cuando estuvieron a punto de cerrar la puerta, Gaby, Andrés & Sara se unieron.

— ¿& Franco donde está ? — Cuestionó Oscar una vez se dirigían a la mesa.
Sara simulando no interesarle aquella pregunta acepto la copa de vino que le ofrecían.
— Ese cabezón se fue a la hacienda Trueba. Pero no debe de tardar en llegar.
— ¿A la hacienda Trueba? ¿& que hace allá ??
— Si te contara... — Exclamó Juan causando la curiosidad de sus sobrinos.
— ¿Que sucede tío? ¿Que hace papá allá? — Cuestionó Andrés.
— Se enteró que está vacante ya que no se a rentado en varios meses, por lo que decidió ir a verla, luego llegó a la hacienda diciéndome que pasaba por sus cosas para mudarse allá.
— ¿Como?
Exclamaron todos al unísono a excepción de Sara quien solo sintió una punzada en su pecho.

¿Se iría a vivir solo?
¿Que acaso no pensaba en volver a su hacienda, con ella?

Flashback

—¿& has pensado en que vas hacer con esta hacienda?

Pregunto Sara a su ahora nuevo esposo mientras compartían un improvisado desayuno sobre el césped del jardín. Su nuevo hogar estaba casi terminado & estaban a solo días de mudarse a ella.

— ¿Qué quieres hacer tú?.
Sarita sonrió.
— Mi amor, yo no tengo derecho a elegir que hacer con tus propiedades!
— A ver dame tu mano. —Le exigió & ella con un gesto de confusión hizo caso— ¿Si ves estos dos anillos que están aquí? — Ella rio— Esos dos anillos, le recuerdo Señora Reyes que son la prueba de que usted ahora está casada conmigo, & para toda la vida por cierto, eso significa que todo lo mío es suyo también.
— ¡Señora Reyes! ... — Repitió cautivada— Llevamos un mes de casados & aún sigo sin creerlo.
— El primer mes de mil más.
Ella sonrió feliz para luego besarlo con vehemencia.

Ambos no podían ser más feliz, jamás imaginaron que estar casados los haría sentir tan plenos.

Franco era simplemente perfecto.
Atentó, amoroso, divertido & por supuesto el más guapo de todos.

Sara por otro lado le estaba enseñando a Franco lo equivocado que estaba él en el amor, jamás en su vida había sentido todo lo que Sara le hacía sentir, & es que podía jurar que cada día que pasaba la amaba más & más.

— ¿Entonces? ¿Que quieres hacer tú con esta hacienda?
Indagó esta vez él. Ella miro a su alrededor.
— Creo que deberías quedártela. Quizá rentarla en época de ferias. Este lugar tiene buenos recuerdos, dolería un poco venderla.
— Pues me gusta mucho la idea.
— ¿Si?
— Si. ¡La rentaremos!
— ¡Perfecto!
— Además, Está buena la idea de tener un lugar donde quedarme cuando te haga enojar. —Bromeó.
— Hey! No te vas a salvar de dormir en el sillón como todas las parejas casadas—Le advirtió riendo mientras envolvía sus brazos en el cuello masculino. Franco la tomó de la cintura para acercarla más a él.
— El día que me mandes al sillón tú vendrás conmigo. No pienso dormir ni una noche sin ti!
— Eso me gusta. Jamás vamos a dormir separados.
— Jamás.

Fin de flashback

La mesa era un intercambio de palabras incompresibles, todos hablaban al mismo tiempo dando su opinión mientras que Gaby & Andrés le reprochaban a su tío por dejar a su padre hacer semejante locura.