XIX

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En una habitación de un hotel de Kauai...

-... ¿Pero a ti te gusta? ¿Te hace mucho "tilin"? - preguntaba Lily.

-Yo creo que deberías darle una mínima oportunidad... - añadió Shanon.

-Ay es que, ¿es mono? - dirigió la pregunta a Shai.

-No está nada mal según vi en el último concierto, pero el rubio... ¡uf! Llego a pillarle a solas en el camerino y no se salva de unos cuantos polvos - rebufaba la muchacha.

Alice se encontraba sentada en el sofá, entre sus dos amigas piradas. Había decidido salir del baño y desahogarse un poco con ese tema que tan loca le traía. Sus amigas estaban a favor de dar una oportunidad a un hombre nuevo y conocido. Pero ella no lo tenía tan claro. Se levantó del sofá de un impulso rápido y paseó por la sala en círculos y con paso lento.

-Alice, yo creo que deberías hablar con él de lo vuestro. No sería justo que le dejases a medias - respondió Lily con mucha sensatez.

-Lo sé- suspiró desesperada - pero sentiré tanta vergüenza cuando le mire a los ojos...

-Sentirás deseos de besarle también - dijo Shanon, con una sonrisa dulce.

Ali miró a Shanon y asintió dándole la razón

-Es lo único de lo que tengo ganas, de besarle y abrazarle.

-Porque de verdad te gusta, cielo. Estos días se te veía incluso más animada - dijo Lily.

-¡Quién pescase un amor de verano! - dramatizó Shai, con exageración.

-¡Pues ve a por él! - respondieron sus dos amigas a la vez.

Sonrió un poco y se mordió el dedo indice, casi convencida de ir a hablar con John.

~

Habían terminado de comer. Roger apenas había comido, porque al abrir la boca le dolía mucho la nariz; Freddie tampoco comió preocupado por uno de sus mejores amigos; Brian si que había comido, pero un 20% de su comida la había troceado minuciosamente para sus huéspedes. Ni siquiera tomaron postre. Freddie invitó a la comida entera y pronto se marcharon de allí. Cada uno se dirigió a su habitación con el fin de descansar un poco y asentar la comida, pero Freddie no podía entrar aún. Fue hacia la habitación de John y golpeó la puerta.

-John, cielo. Vengo de comer - dijo tras la puerta.

Cuando pasaron veinte segundos y aún no había abierto la puerta, volvió a llamar.

-Por fa ábreme...

Sin respuesta. John podía haber salido perfectamente, pero su intuición le decía que algo pasaba ahí dentro. Golpeó la puerta, esta vez más fuerte.

-John por favor, abre inmediatamente - dijo rebosante de preocupación.

Nadie abría la dichosa puerta. Freddie se llevó las manos a la cabeza y se echó hacia atrás su melena oscura. ¿Qué podía hacer? No creía tener la fuerza suficiente para echar la puerta abajo.

Corrió hacia la habitación de Roger.

-¿Y no crees que puede haber salido? - dijo Roger, tratando de buscar coherencia al asunto.

-Roger, mi presentimiento es muy malo. Cuando fui a buscarle para comer estaba muy mal. ¿No te diste cuenta de que ni siquiera vino?

-No sé, Freddie... ¿y si echamos la puerta abajo para nada?

-Roger, por favor - le miró suplicante y de manera muy sincera.

-Está bien, llamemos a Brian.

En sólo siete días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora