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Ya habían llegado las 7 de la tarde. Se lo estaban pasando tan bien que el tiempo pasaba volando como una gaviota sonreí el paisaje marítimo. Habían dado un par de paseos por toda la playa hasta que, cansados, había parado a tomar un refresco en la terraza de un bar. 

-¡... y le tiré el vodka en todas las tetas! La hostia que me llevé fue demasiado inolvidable. Creo que desde entonces no volví a beber tanto.

-¡Dios mío! - Ali reía descosidamente - Pobrecillo... - bebió de su refresco de cola.

-Si de por si ya soy patoso, imagínate con un carro de alcohol encima...

-¿Eres patoso por naturaleza o qué? - rió levemente.

-Sí... bueno un poco. T-tampoco tanto... - John observaba el verdor de su té.

-Qué mono - pensó en alto la chica. John sonrojó y la miró con ojos brillantes. Miró hacia atrás, incrédulo, por si no se refería a él.

-¿Piensas q-que yo soy mono o lo decías por otra persona?

Ali empezó a ponerse nerviosa y dio un sorbo a su bebida.

-Te... lo decía a ti. Me pareces muy mono.

John soltó una risa nerviosa.

-Pero... ¿mono en qué sentido?

-Pues... mono de mono... no sé... - Ali se mordió un poco el labio.

-¿... guapo? ¿Chimpancé?

Ali explosionó en una carcajada, seguido de un enrojecimiento de sus mofletes, por la vergüenza. Miró al suelo e hizo amago de empezar a hablar, mientras John esperaba una respuesta con sus manos cogidas, nerviosamente.

-Sí - no quiso decir mucho más.

El muchacho abrió los ojos con sorpresa y movió la cabeza de un lado a otro.

-No soy guapo.

-Espera, ¿qué estás diciendo? - frunció el ceño con sorpresa, ante la respuesta del chico.

John agachó la cabeza con desánimo y su pelo le tapó parte del rostro. Ali se lo apartó suavemente.

-Pues a mí me pareces un chico muy atractivo.

-Sé que lo dices por cumplir - dijo un poco molesto, sin querer.

-Eh - le hizo mirarla - no es un cumplido. Yo sé cuando alguien dice lo que piensa. A mí... siempre me lo han dicho por cumplir.  Y de veras, no me atrevería a decírtelo así. Directamente, ni te lo diría.

John cogió sus manos.

-Pues yo voy a ser el primero que te lo diga de corazón. Eres una chica preciosa - sus ojos brillaban.

Ali apretó las manos y sonrió, haciendo que sus ojos verdosos se achinasen un poco, tomando una expresión adorable.

-Gracias, John - sonrojó aún más.

-No las des - se posicionó, avergonzado de lo que se había atrevido a hacer. No obstante, por una vez, no estaba disgustado, sino orgulloso. Así que sonrió.

-Deberías valorarte interiormente también, no sólo por fuera.

-Interiormente tampoco es que sea gran cosa...

-A ver, dime cómo es tu personalidad.

John quedó pensativo.

-Soy... tímido... eh... creo que una persona sin malicia... cariñoso... muy cariñoso. Enamoraedizo también... Y tiendo a hacer favores a la gente. No sé...

En sólo siete días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora