IX

295 27 23
                                    

A la hora de la comida, todos estaban en el bufet libre del hotel. John tenia noticias que contar a Freddie, por ello, se había sentado a su lado. E iba a aprovechar a contarle mientras Rog y Bri iban a por su ración.

-¿Qué tienes que contarme, Deaky?

-Ha pasado - le miró.

Freddie alzó una ceja, algo confuso.

-¿Ha pasado qué?

-La he hablado - ruborizó.

Freddie sonrió muy contento.

-¿En serio? Cuéntame todo por dios - dijo en modo cotilla, cogiéndole de las manos.

-Pues... le pise la mano...

-¡Deaky!

-No la había visto, Freddie. Pero haberla pisado me hizo poder hablarla. Y me muero... - suspiró como un enamorado.

-¡ESO ES GENIAL! ¿Y qué hablasteis?

-Pues lo de la otra noche, cuando huí de ella... y de cuando me sonrió. Y bueno... eh...

-¿Y bueno...?

-... esta tarde la invité a dar un paseo por la playa.

-ERES TODO UN GENTLEMAN, QUERIDO - le abrazó.

John no pudo evitar reír.

-Pero... - se separó de él - no tengo ni idea de cómo voy a actuar cuando esté con ella. Seguro que meteré la pata.

-Oh, cielo. Aquí tienes al señor amor en todo su esplendor para enseñarte los secretos más eficaces - se pavoneó.

-¿Me... me ayudarás?

-¿Qué clase de pregunta es esa, Richard? ¡Es evidente que sí!

-Dios, muchas gracias - esta vez fue él mismo quien le abrazó, riendo de la emoción.

-¡Hey, iros a un hotel! - gritó Roger, regresando a la mesa con su ración de chuletas.

-¿A qué viene tanto abrazo? - Se sentó Brian con su ensalada de col.

-P-pues...

-Es que John me ha pedido un abrazo porque... porque necesita amor.

-A-así es... - comenzó a sonrojarse.

-Oh, pobre, Deaky - lamentó Brian.

-¿Pero qué dices? Si tiene loquita a la chica de la playa - rió Roger.

Fue entonces cuando John y Freddie se sonrieron mutuamente.

*

Mientras tanto, en una habitación de un hotel de Kauai, están tres amigas, comiendo pizza hawaiana traquilamente en su habitación compartida.

-... y yo le dije "Empótrame contra la pared" y me la metió entera de golpe - se reía Shanon, a carcajada limpia.

-¡Menuda puta eres! Yo anoche no pillé cacho y estoy un poco triste...

-No te preocupes, Lil, esta noche te presto unas prendas seductoras que te realcen bien ese par de melones que tienes - dijo Shai, cogiéndose y meneando sus tetas.

Mientras Lily y Shanon reían y decían ordenarieces, como de costumbre, Ali estaba emergida en su mundo, pensando en aquel chico sin nombre que le había invitado a dar un paseo por la playa.

Se preguntaba qué harían, por que lo primero de todo sería preguntarle su nombre.

-Hey Ali, estás empanada - Lily chasqueó un dedo cerca de su cara.

En sólo siete días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora