II

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"Ya está otra vez enfadada. No sé qué hago para ello. Si estoy callado o si hablo ya he hecho mal. No encuentro la forma de hacerla feliz o tenerla contenta.

-¡Eres un inútil, no me sirves para absolutamente nada!

-Por favor, deja de gritar...

-¡Ni siquiera eres abierto a la gente. Llegas a los sitios y no abres el pico nunca!

-Pero... yo...

-¡Y eres un pesado de mierda, me atosigas con tus preguntas y tus piropos!

-Pensé que te gustaban esas cosas...

-Si a mí lo único que me gusta es que me llenes de caprichos...

-O sea... que sólo me quieres para eso...

-¿Para qué más me sirves? Ni siquiera eres bueno en la cama...

Miré al suelo, muy dolido.

-¿Ya no me... amas entonces?

Sin respuesta.

-Te dejo. Es lo único que puedo decir.

Cubrí mi cara con mis manos y me la frote.

-Pero tú eres el amor de mi vida...

-Dos no están juntos si uno no quiere. Lo siento.

Una mirada entre ambos. Y se fue. Sin más.

No era así al principio. Ella era una chica dulce, una chica simpática. Ella me adoraba y quería estar para siempre el resto de mi vida. ¿Qué pudo hacer cambiarla? No lo sé.

Sólo soy consciente de que mi corazón estaba hecho pedazos. Si ella no me ama, nadie lo hará. Soy un chico cerrado y tímido, y además torpe sexualmente. ¿Quién me querría? ¿Quién me soportaría?

Nadie."

Un revistazo en toda la cara. John se levantó de golpe y se lamentó por el impacto.

-Perdona, John. Sólo quise pasar la revista a Brian... - se disculpó Roger.

-¿Estás bien? - preguntó Brian.

-Sí... no fue nada - dijo John, palpando la zona golpeada.

Volvió a sentarse en su asiento. Se había quedado dormido, y había soñado con ello. Aquella vez en que Eli le dejó, dándole a entender que era un inútil. Sí, fue muy doloroso. Pero estaba mejor sin sus gritos y desprecios. Estaba tranquilo.

Miró por la ventana. Iban aún por carretera, y se preguntaba cuánto quedaba para llegar.

-¿Cuánto queda de viaje?

-Una hora, guapo - dijo Freddie, pintándose las uñas en una mesa de enfrente.

-Dios mío... - lamentó John.

-No te preocupes, tío. Aquí hay un par de cuestionarios para pasar el rato - dijo Roger, sentándose a su lado y señalándole una revista.

-¿Qué cuestionarios hay?

-Em... - leyó - Sobre sexo... sobre comida... sobre amor... Ah, puedes hacer el de por qué tu pareja te ha dejado - rió.

-Ya sé por qué Eli me dejó - frunció el ceño.

-Roger, pobre John... - dijo Brian.

-Aún no lo ha superado, ¿no lo sabes? - añadió Freddie, mirando mal a Roger.

En sólo siete días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora