𝗲𝗽𝗶𝗹𝗼𝗴𝘂𝗲

325 30 163
                                    

este capítulo... bueno, epílogo, está dedicado a Andru, quien aparte de ser mi amiga, fue la primera persona que apoyo de forma algo temprana el fic y continuo leyendolo desde entonces. Se que la muy babosa ahorita mismo está en su quinto sueño, pero aún así, te tqm mucho abusiva de mrd :]

━━━━━━━━━━━━━

alta cagada de final, lo se 👍
no m culpen, nunca hice finales a decir verdad. Jamás creí que llegaría a darle un final a este fic para ser sincero (literalmenteibaaborrarelfic), así que por eso salió bien raro y chueco :/
Aunque boe, aquí un epilogo para tratar de corregir la cagada que hice JAJAJ.

─ este epílogo abarca dos finales. El primero, que es la muerte de Orange, va desde el primer separador que, bueno, indica los finales (XD?)  hasta el segundo separador que está a más o menos mitad de capitulo. Hasta esa parte se narrará UN SOLO FINAL.

El segundo final, también abarca desde el primer separador, pero se complementa con lo narrado apartir del segundo separador. Este final es obviamente dónde el Mango dice "ta bueno" a la propuesta de mrd de Purple, e increíblemente la cumple (dea).

Trate de pulirlo y mejorarlo, por qué realmente no me convence mucho los finales que propuse... pero trate de trabajar con eso y dar mi mayor esfuerzo. Espero que gusten de este epílogo, no me convence al 100, pero exprimi mi cerebro para combinar los finales y darles un digno final.
        
         

[ 1 / 2 ━  1° final ]

No había vuelta atrás; la contundencia del arma al perforar la carne llenó el espacio con su sordo eco.

La respiración agitada de Purple resonaba con fuerza en el entorno mientras, presa de la desesperación, hundía con más ímpetu aquella tosca arma. El rey retorcía su cuerpo en silencio, su vida desvaneciéndose en finos hilos de sangre que se deslizaban inexorables.

Nervioso, Purple retiró la espada, arrojándola con gesto brusco a un lado, sin prestar atención a la sangre que salpicaba sus mejillas, manos y camisa. La hoja metálica resonó con un seco estrépito al caer varios metros lejos. Se mantenía sobre el rey, su mirada reflejando pavor al presenciar cómo la vida del monarca se extinguía.

La respiración del rey menguaba lentamente, acompañada por una risa áspera que se deslizaba con su último aliento.

— Maldito maníaco — susurró Purple, su voz tensa. 

— Esto es lo que querías, ¿no? — jadeó el rey con fatiga — Sí, debes estar satisfecho...

Purple guardó silencio. La sangre fluía continuamente del vientre del rey, manchando las piernas de Purple y su elegante traje. El carmesí había tiznado de forma abrupta sus mejillas, su camisa estaba salpicada y en su pantalón se evidenciaba una mancha oscura, reveladora de la sangre que había teñido el encuentro fatídico.

¿Cómo regresaría al palacio?
Todos lo miraran y juzgaran como si de un asesino despiadado se tratase.

— Fue un inmenso placer conocerte, Purple — exclamó el rey con emoción, acercándose peligrosamente al punto crítico — Y sigue siendo un gozo que seas tú quien haya arrebatado la vida.

A Purple le costó contener la mueca de desdén ante las palabras peculiares del rey, pronunciadas incluso en los últimos instantes antes de su muerte. La formalidad de King contrastaba con la gravedad de la situación.

loyal | 𝗮𝗹𝗮𝗻 𝗯𝗲𝗰𝗸𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora