[cancelenestamadre | corrigiendo]
Sangre divina recorría las venas del Rey; y también, bajo su mismo rostro inexpresivo y terso, se ocultaban secretos oscuros. O al menos eso especulaba su nación.
Purple era indiferente a estas acusaciones al Re...
── me inhale 8483838 kilos de leche en polvo para crear está cosa DX ── fanart del encabezado acreditados a @zimpoii ( Twitter · siganla mrd ) ── capitulo final; y amable recordatorio de que existe una estrella miada ahí en la esquina, voten porfa 😔
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— Ya empezaba a extrañarme que llegarás tarde — alzó la voz Mango.
Purple sacó su reloj de forma modesta, mirando la hora, reteniendo el aire en sus pulmones.
12 : 16
— ¿Acaso me estabas esperando? — le espetó burdamente, agarrando con odio el reloj entre sus dedos y tirándoselo con rabia a los pies del mayor, sin siquiera temblar en el acto.
El reloj cayó a unos centímetros del pie de King, destrozándose apenas rozó el suelo. Orange observó en silencio ahora el aparato inútil, fijándose brevemente en las pequeñas piezas esparcidas por el sedimento.
— Obviamente, ¿Si no a quien más?, supuse que Second te escogería a ti para que detuviera esto y toda la cosa — sacudió su cabeza y se inclinó hacia delante, apoyando sus brazos sobre sus rodillas, y pateó vacilante el reloj.
Este se deslizó hasta el borde del puente, dónde osciló unos momentos y luego cayó de forma lenta hacia el mar de lava que se hallaba bajo el exageradamente alto puente.
— ¿Ya sabías de esto, entonces? — volvió a dudar Purple.
Miró con tristeza su mano vacía, sintiéndose algo tonto por haber tirado el reloj.
— No es que lo supiera — corrigió Orange — Lo suponía... te iba a esperar hasta las 12:30, y si no llegabas, iba a continuar con mi camino — habló sin mover mucho sus labios, y aún así, sus palabras salían bastante fuertes.
— ¿Y por qué esperaste? — jadeó el violáceo — Si suponías que yo vendría a ti con la intención de parar todo esto, ¿Por qué me esperaste?
El ambiente se puso tenso, el belicoso silencio era llevado suavemente por algunos gritos lejanos, sonidos hostiles y el fuerte crepitar del fuego no muy lejos de ellos.
King deslizó sus dedos hacia los botones dorados que sostenían su larga capa bermellón — Porque detestaba la idea de que tú murieras pensando que todo esto lo hacía por un capricho — habló con desánimo — Eso es lo que piensas, ¿No?, que otra cosa podrías pensar... eso es lo que Second te dijo. Tú no sabes nada, niño. Tú no sabes nada...
Jugó un par de veces con los botones entre sus dedos, mirando aún a Purple.
— ¿Sabes siquiera qué harás para matarme? — preguntó con un gesto de abandono, el rey.
Purple no contestó.
— Sé perfectamente que no eres capaz de matar, Purple — siguió hablando el mayor.
