6: Just A Little Bit

311 28 12
                                    

Autor: BanskyGuy

Palabras: 10455

Advertencias: Smut

Original: https://archiveofourown.org/works/48079753

Resumen
Will Graham se encuentra solo, borracho y vestido como una chica, en la misma habitación que Hannibal Lecter, ese tipo que, Will lo sabe, está enamorado de él.

━━━━━━━━━

Es un poco gracioso. No, muy divertido. Extraño y emocionante.  

"Deja de mover la cabeza, Will, te voy a apuñalar en el ojo" dice Beverly, entre risitas, parando la mano de vez en cuando para unirse al coro de risas femeninas, "No querrás un rimmel en el globo ocular".

"Haz como siempre, maldita sea", pero Will tampoco para de reír. Después de varios minutos de negación, puede aceptar que la sensación del pesado maquillaje en su cara no es molesta. Como mucho, desconocida. Alana se encarga de pintarle los labios con ese bonito labial rosa que siempre lleva en el bolso. Y Beverly Katz, maestra del eyeliner y sus secretos, le traza dos líneas nítidas y precisas, partiendo del párpado hasta la comisura del ojo.

Se sintió raro, un poco ridículo, pero nada que no pudiera soportar por las risas. Sobre todo después de cuatro Cape Cods y tres tragos de vodka puro.

Bev fue la primera en hacer el comentario. Mira esas pestañas, mataría por unas así , y Alana había seguido señalando la forma y el color de los labios de Will. Ambas hurgaron en las mejillas rosadas del joven, mientras que Margot había mencionado lo suave que era la piel de su cara, y también los rizos.

Will se había sonrojado. Margot había tenido la rara oportunidad de pasarle los dedos por los rizos castaños y las mejillas sonrosadas la misma noche en que habían compartido un torpe beso, escondidos entre los árboles del patio trasero de Zeller, en su fiesta de cumpleaños. Ella había tenido un fuerte sabor a tarta de moras, que Will disfrutó en la punta de la lengua, pensando en lo prudente que sería invitarla a salir.

Cuatro días después, vieron a Margot besando a otra chica en los baños. No había nada que hacer. Alana seguía disponible, y eso era lo único que le importaba a Will.

Aunque no está muy seguro de la eficacia con la que puede demostrar lo buen novio prospecto que es, con la cara llena de maquillaje... Y un cuerpo envuelto holgadamente en uno de los vestidos de la hermana mayor de Katz.

Es una pieza fea y anticuada de horrible estampado floral, probablemente lo que uno vería ponerse a una anciana ciega para ir a misa los domingos. Su profundo escote en V habría mostrado los exuberantes pechos de una mujer joven. En chicas menudas y hombres pequeños como Will Graham -comparado con los chicos de su clase; sigue siendo la persona más alta de la habitación-, lo único que brilla es su pecho plano y sin vello. Casi deja al descubierto también su ombligo.

Y todos han conseguido convencerle de que combine las medias negras de Alana con los tacones altos de Margot, que acecha el perímetro, descalza y borracha, como todos los demás allí presentes. Will no sabe quién le ha echado al cuello los largos collares de perlas falsas, que cuelgan acariciando la piel de su vientre.

Will tampoco tiene ganas ni disposición para preguntarse sinceramente por qué aceptó el cambio de atuendo -y ni siquiera sabe dónde fueron a parar sus pantalones y su camisa- porque, francamente, toda la tarde ha sido muy entretenida y educativa.

Will ha aprendido, por ejemplo, que las sombras de ojos oscuras le sientan bien, y que sus piernas parecen excepcionalmente largas con medias oscuras.

Así que Will sigue partiéndose de risa. Eso, hasta que le pide educadamente a Alana -con la voz áspera por la noche de gritos y risas- que le traiga la botella de Absolut una vez más. Y los cuatro se dieron cuenta de que hacía rato que estaba vacía.

Traducciones HannigramDonde viven las historias. Descúbrelo ahora