Capitulo 9

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Aoi se lanzó a los brazos de Yashiro entre sollozos.
Cayeron juntas de rodillas al suelo, abrazándose como si llevaran sin verse años.

—Aoi, lo siento. —se disculpó Yashiro sorbiendose la nariz. —Esto ha sido culpa mía.
—¡No! ¡Tú no has hecho nada malo!
—Exacto.—Interrumpió Teru mirando fijamente a Hanako.—Aquí el único que ha hecho algo malo ha sido él.
Hanako miro a Teru impasible. Se colocó bien el sombrero y sacó su cuchillo.
—¿Qué hacéis aquí? ¿No os dais cuenta del peligro que corréis?.—pregunto Hanako.
—El único que está en peligro eres tú asqueroso espectro. —Teru sacó su espada y apuntó a Hanako.—¿Has hecho todo esto para proteger a la chica que quieres y no te has dado cuenta de que podrías ponerla en peligro? ¿No sabes qué podría ser el punto de mira de varios espectros a partir de ahora?

Yashiro se llevó las manos a la boca, «la chica que quieres». Su corazón se aceleró y miró directamente a Hanako. El parecía confundido. No parecía que le importase lo que había dicho Teru. Se dio una bofetada mental a sí misma. No era momento de pensar en esas cosas, no era momento de buscar respuestas a los sentimientos de Hanako o de ella.
—¡Basta!—Interrumpió Yashiro.
—Yashiro, deja que el presidente se encargue. Esto tiene que acabar aquí. El señor número 7 no puede pretender hacer lo que le venga siempre en gana.—Dijo Akane.—Esto no se lo perdonaré nunca. Y si piensas intervenir te consideraré mi enemiga, no me importa que seas la mejor amiga de Aoi.

Teru arremetió contra Hanako. Los dos empezaron a luchar. Teru con el único propósito de eliminarlo y Hanako con su deseo de salvar a Yashiro y defenderse a sí mismo. Entre choques de espada y cuchillo los demás veían expectantes la pelea que se mostraba ante sus ojos.
Luego de un hábil movimiento Teru consiguió desarmar a Hanako derribándolo al suelo.

La tensión en el vagón aumentaba a medida que la lucha entre ambos se intensificaba. Hanako se recuperó rápidamente, con una mirada desafiante en sus ojos dorados, y se apartó para evitar un golpe directo de la espada de Teru.

—¡Deténganse, por favor! —gritó Yashiro, tratando de interceder entre ambos.

La pelea se había convertido en un choque de emociones y voluntades. Teru, impulsado por la determinación de eliminar a los espectros, y Hanako, decidido a defenderse y a mantener a salvo a Yashiro.

Mientras tanto, Akane observaba la pelea con furia contenida. La tensión entre él y Hanako había alcanzado su punto máximo. Cada movimiento de espada era un reflejo de la profunda animosidad que sentía hacia el espectro. Estaba dispuesto a todo con tal de proteger a Aoi y vengar las dificultades que habían enfrentado.

Kou, por su parte, miraba la pelea con preocupación, sin saber exactamente qué hacer. Intentó mantener la calma, pero la situación se le escapaba de las manos.

—¡Basta! —gritó Yashiro, intentando calmar la situación. Pero sus palabras parecían perderse en la vorágine del enfrentamiento.

Los golpes resonaban en el vagón, la tensión se palpaba en el aire y la lucha parecía no tener fin. Mientras tanto, Yashiro, con una mezcla de miedo y determinación, buscaba una manera de poner fin a la pelea antes de que las cosas se salieran aún más de control.

Teru consiguió derribar de nuevo a Hanako y clavo su espada en una de sus manos para inmovilizarlo haciendo que el chico gritara de dolor. Yashiro, alarmada por la intensidad de la pelea y preocupada por la seguridad de Hanako, decidió intervenir. Corrió hacia donde estaban, intentando detener la lucha.

—¡Deténganse! ¡Por favor, paremos esto! —gritó Yashiro desesperada, colocándose entre ambos para separarlos.—¡Presidente Minamoto no le hagas daño!

Kou salió disparado hacia el trío y se interpuso con su báculo apuntando hacia su hermano Teru. Sus ojos azules con una mezcla de determinación y miedo. El no quería que nada malo les pasara a sus amigos. Si, Hanako había hecho las cosas mal, era un espectro y el un exorcista, y su deber era exterminar espíritus pero ante todo, era su amigo.

  —Kou, retrocede. Esto no es asunto tuyo —advirtió a Teru con voz firme, manteniendo su postura defensiva.—Si no vas a desempeñar el papel que te corresponde como parte de la familia Minamoto mejor vete.

Teru arremetió contra su hermano en un intento de apartarlo. Su semblante lleno de tristeza y decepción. No podía entender como un miembro del clan Minamoto estaba defendiendo un espectro, no entendía como su hermano estaba luchando contra él. 

—¡Yashiro, vete! —gritó Kou con determinación—. ¡Coge a Hanako y vete!

Yashiro no lo dudó, agarró la mano de Hanako con firmeza y lo arrastró consigo. Miró esos ojos dorados llenos de confusión. Tenían que salir de allí mientras Kou distraía a su hermano. Si no se iban pronto, las cosas podrían ponerse peligrosas y Yashiro no lo permitiría, no iba a volver a perderlo.

—¡Vamos! —gritó mientras comenzaba a correr, manteniendo un fuerte agarre en la mano del chico.

—¡Yashiro, déjame! ¡No te metas! —replicó Hanako, visiblemente preocupado—. ¡No deberías estar aquí!

—¡Cállate! —respondió Yashiro con firmeza—. Te perdí una vez, no pienso perderte dos veces.

Mi verdadero deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora