Capítulo 9

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En cuanto llegue a casa, no pude evitar gritar de la emoción, todos estaban esperándome en el salón, con una pancarta, y...

-¡Puding de limón!- grité al verlo.

-Le pedí a Dobby que hiciera unos cuantos para ti, aunque a papá no le gustó mucho la idea...

-Si.. ya me enteré de que fue liberado.

Vi como mi tío se movía incómodo en su sitio, y en ese momento, decidí entrar en juego.

-Se supone, que tendría que estar a salvo del que no debe ser nombrado, según vosotros, ¿no es así?- Pregunté mirando a mi tío.

Narradora.

Severus sonrió divertido al ver a Lucius contra la espada y la pared, y no era para menos, desde muy temprano, Melinda demostró que tenía el carácter de los Black, algo que lo hacía sentir orgulloso, y con menos preocupaciones, de momento.

Mientras Lucius pensaba en como contestar correctamente, Narcissa se acercó a Severus, quien le explico la situación.

-Yo.. tan solo quería deshacerme de ese diario. ¿Cómo iba yo a saber que era un horrocrux?- Dijo Lucius.

Narcissa y Severus lo miraron con horror, dándole a entender a Lucius que su vida peligraba.
No sabían hasta donde llegaban los poderes del señor oscuro, o de que si ella los había heredado.

Draco miró a su prima con miedo y con sumo sigilo comenzó a moverse.

-No tan rápido Malfoy.- Soltó conjurando un muro invisible, dejando a todos asustados por el hecho de que pudiera usar magia sin varita y sin usar hechizos verbales.

-Mel...

-Le diste el diario, sabiendo lo que contenía, y metiste a Draco en ello, pero aun así, el maldito hurón blanco, no hizo nada.

-Porque se le habían caído libros, al suelo y..

-Draco.. lo sé todo- soltó mirándolo, dándole a entender que había averiguado que ayudó a Granger, dándole la hoja del basilisco, y poniéndola en un libro que ella buscaría, y sabiendo que la joven no arrancaría hojas de los libros, lo hizo para ayudarla a parar todo.

Severus quedó mudo al saber que dominada la legremancia, y peor aún, la oclumancia, al notar como lo saco de su mente.

-Tio Lucius, ahora... Ve a cambiarte, a poner el disfraz de Papá Noel, y andar así hasta después de navidades- sentenció orgullosa por su castigo, sabiendo, que su tío odiaba que hechizaran su cabello.

-Melinda.. hago todo lo que me pidas pero esto no... Mi pelo...

-Es eso, o que te lo tiña de rojo.- dijo de manera maliciosa.

Lucius accedió por el bien de su cabello platinado, y por el hecho de que solo tendría que estar 3 días así.

-Wow, tu casa es enorme- dijo Felixia mirando todo con asombro.

-¡Felixia!- riñó Rizinia a su hermana, provocando que Melinda y Serena rieran.

-¿Qué? Solo estoy diciendo que tiene una casa enorme- se defendió encogiéndose de hombros.

Durante las siguientes horas, decidieron ir a la biblioteca de la mansión, algo que Draco, Crabbe y Goyle miraban con horror, no entendían como preferían leer a divertirse.

Durante varias horas estuvieron leyendo e investigando, intentando averiguar por un lugar lo que eran las pulseras de sus muñecas, y, por otro lado, lo que significa un protector mágico.

-Vaya... - dijo Rizinia llamando la atención de todas.

-¿Qué ocurre?- Preguntó su hermana.

-Por lo visto ser un protector mágico según esto consiste en:
La Función de los Protectores mágicos es el de cuidar y proteger a los magos o brujas a los que estén ligados evitando que corran peligro. Si sus protegidos corren el riesgo de morir, deben ser ellos quien lo hagan, entregando su vida- Melinda sintió todo su cuerpo erizarse del miedo.- Si llegan a ser envenenados, su deber es beberse el veneno, evitando así que muera.

La Protegida de SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora