Capitulo seis.

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06.

Las gotas de oxalato caían por sus mofletes una tras otra

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Las gotas de oxalato caían por sus mofletes una tras otra. El castañito estaba hecho una bolita en el piso, temblando como si hubiera una vibración en el ambiente.

Soobin sintió su alma romperse al ver a su adorado chico así, tan sensible, tan roto, tan indefenso y tan inocente.

—Y-Ya Hyuka, Ya, ya pasó corazón.—Habló el mayor con un hilo de voz, agachándose al lado del dulce joven, mientras le pasaba la mano por el hombro.—Ven.—Habló, cargandolo con delicadeza.

A pasos lo más fuertes posibles, Soobin llevaba a Kai cargado mientras él se escondía en la curvatura de su cuello, y lloraba ahí. Seguía asustado, su edad mental se estaba manifestando y no, no eran sus 15 años.

Los pequeños sollozos y gimoteos del castaño eran tiernos; pero a Soobin le dolía escucharlo lastimado. ¿Cómo podrían hacerle daño  a un ser tan celestial?

—H-Hyung..—Lo llamó en voz baja el hawaiano.

—¿Sí, Hyuka?—Atendió el pelinegro.

—H-H-Hyun-ng ¿y-yo s-soy m-malo-o?—Murmuró con la voz quebrada e inocente.

Soobin se paró en seco. Sentía que estaba cayéndose a pedazos ahí mismo, su chico lastimado, diciendo inconsistencias y quejándose del dolor. ¿Podía también caer un trueno en su casa a ver si le iba peor?

—¿Quién te dijo eso, Hyuka?—Cuestionó Soobin, recomponiendose y volviendo a caminar.

—M-Mamá d-dice-e que s-se g-gol-lpe-pea a l-la gen-gente-e mal-la...—Expresó en sollozos.

Una lágrima se escurrió desde el esquimal de Soobin, mientras suspiró hondo.

“Mamá dice que se golpea a la gente mala.”

—Que dices, Hyuka.—Comenzó en un tono dulce.—La gente mala es aquella que golpea sin motivo alguno chiquillo, como a tí. Verdaderamente ¿Habría algún motivo por el cuál hacerte daño? No, eres un sol de persona Huening, eres amable, dulce, a pesar de que no socializas tanto eres alguien tan agradable, por favor, no vuelvas a decir que eres mala persona Hyuka. No lo eres, no lo eres en absoluto.—Declamó el más alto convencido.

El castañito no sabía que decir. Apenas podía hablar y sentir algunas cosas, hasta ahí. No podía procesar nada.

¿Por qué su Hyung decía cosas tan bonitas de él?

Llegaron al departamento de Soobin, solo, vacío, y en un armonioso silencio que llenaba el piso.

—Ni Taehyung ni Beomgyu están en casa.—Explicó Soobin bajito, mientras dejaba a Kamal en el mueble sentado.

El castañito gimoteaba asustado aún; viendo las blanquecinas paredes mientras estaba sentado viendo su cuerpo roto y llorando. Esos tontos habían roto su suéter favorito.

𝖩𝖺𝖼𝗂𝗇𝗍𝗈 ✧ 𝖲𝗈𝗈𝗄𝖺𝗂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora