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La morenita iba emocionada a entregarle a Soobin su álbum, era justamente de Cigarettes after sex, el de motion picture soundtrack.
Ella iba sonriente a llevarle su álbum y su cuaderno de química al colegio en una linda bolsa en tonos verdes menta con un lazo rosa vieja.
A lo lejos pudo ver a Soobin hablando con Yeji mientras le entregaba algunas cosas, ella observó la escena extrañada pero se negó a sacar conclusiones. Por lo que simplemente se acercó un poco y pudo escucharlos hablar sin intenciones de ser chismosa.
«De verdad ¿Crees que podría gustarle? Quiero decir.. ¿Realmente?» Se escuchó la voz del chico de casi metro noventa al lado de la pelirroja.
Hayi quedó paralizada por un momento, no hasta que llegó un chico a coquetearle ya desde temprano, ella lo miró rechazandolo por el momento.
—G-Gracias Heesung.—Agregó ella sonriendole.—Pero yo puedo cargar con esto yo sola.—El de cabello color uva puso una cara bastante aburrida, y se fué.
Posteriormente Soobin se acercó a ella y le saludó con un abrazo, ella le sonrió, estaba roja.
—uhm.. ten.
—Gracias morena, de verdad, muchas gracias.—Agradeció el pálido con una sonrisa.
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El castañito se despertó, hoy no había clases, sino terapias... Una larga terapia de cuarto horas con Seulgi. No había logrado comunicarse con su Hyung desde ayer.
Estaba realmente susceptible y perceptivo desde que le agredieron, sus sentidos estaban alertas, tenía miedo, y estaba con su mentalidad de presa y conejillo asustadizo. Tal como su actitud si tuviera entre ocho y diez años.. Pero obviando eso, tampoco podía articular las palabras correctamente.
La mujer de traje aqua pálido y cabello rojo potente recibió a Hyuka con una sonrisa.
—Es bueno verte de nuevo, bebé...
—¿Cómo va todo?—Le preguntó Seulgi.—¿Descubriste quien era el chico de las flores?
El castañito se rehusaba a hablar. Pero Seulgi siempre era muy amable, así que intentaba comunicarse con ella.
