Punto débil

112 8 29
                                    



Petra tenía una cita temprano con el médico para que le retirara la bota ortopédica del pie, ya se había curado casi por completo, todavía iba a tener que usar una venda para mantener la zona presionada, pero no era necesario que siguiera usando el yeso.

Isabel le había acompañado –como ya casi era costumbre– a su control, porque Levi estaba trabajando, además, ambos no se hablaban desde hace días, desde lo ocurrido con el doctor Zeke Jeager.

—Tendrá que tener cuidado al caminar y hacer unos cuántos ejercicios de estiramiento para estar seguros de que recuperará del todo la movilidad, pero pronto debería estar normal —dijo el hombre de anteojos, el padre de Zeke, Grisha Jeager, médico de traumatología y cirujano del hospital general, toda una eminencia.

—Muchas gracias, sensei —dijo Petra, sonriendo. Ella estaba sentada sobre una camilla, moviendo su pie en círculos, todavía dolía un poco, pero se sentía entumecido, más que nada—. ¿Cree que ya pueda volver a mi trabajo?

El hombre miró la ficha clínica de su paciente, para ver las observaciones que habían realizado otros médicos que la atendieron, entre ellos, su hijo mayor.

—Pienso que debería descansar por una semana más y ya podrá volver a su vida cotidiana, no hay riesgo alguno con su embarazo, pero el daño físico que sufrió fue severo debido a que cayó en el peor ángulo.

La joven rio con vergüenza, el auto que la "atropelló" no la tocó con fuerza, pero ella había caído mal, a veces un golpe que parece insignificante, puede ser realmente peligroso.

—Tengo muy mala suerte —comentó, sobándose la nuca, estaba muy apenada al respecto.

Al bajarse de la camilla, Isabel la ayudó y luego de despedirse del doctor, ambas salieron de la consulta caminando, aunque Petra estaba usando una muleta para no esforzar demasiado su pie.

—¿Te irás de casa de Levi? —preguntó la pelirroja, abultando ligeramente sus labios—. Será una lástima, te extrañaré, Petra-san.

La Ral no pudo evitar también fruncir los labios, durante el tiempo que llevaba conociendo a Isabel, ambas se habían vuelto buenas amigas, estaba bastante segura de que la echaría de menos, sobre todo sus charlas sobre las cosas que tenían en común.

—También te extrañaré, pero podrás visitarme en mi casa —aseguró Petra, mostrándole una dulce sonrisa a su acompañante—. Igual, todavía no puedo irme, hasta que esté totalmente bien, seguramente Levi no me dejará.

Isabel tuvo que asentir ante eso, ese hombre era tan terco que no iba a permitir que la madre de su bebé se alejara, no mientras aún necesitara ayuda para desenvolverse.

—Lo conoces muy bien, ¿eh? —dijo Isabel, las dos estaban saliendo del hospital, atravesando la enorme puerta de cristal—. Lo amas todavía, ¿no es así?

La peli naranja desvió la mirada hacia el suelo, cada vez que pensaba en lo que sentía hacia Levi, su corazón se apretaba y latía con fuerza, odiaba la idea de continuar tan enamorada de él, realmente quería arrancarlo de su ser, pero no podía, no tenía las fuerzas para ello.

—Por supuesto que sí —tuvo que aceptar, acariciando su vientre con la mano que tenía libre—. Él es el padre de mi hijo, no importa lo idiota que sea, lo amo con todo mi ser.

Al escuchar sus palabras, una sonrisa ligeramente pícara se dibujó en el rostro de la pelirroja, como si estuviera tramando algo, algo perverso.

—Me lo imaginaba —respondió, ayudando a su "cuñada" a subirse al taxi que ya habían pedido por teléfono, antes de salir del edificio del hospital—. Tengo que hallar un modo de juntar a estos dos —pensó.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 21, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Let's Break upDonde viven las historias. Descúbrelo ahora