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×Envidia,un gran pecado capital de la cual estoy infectada hasta el tuétanos×

Desde que nació llevo la etiqueta de segunda,nunca,en nada, jamás,podría ser la primera. Ella era la apestosa e inútil sombra de ella.

Desde que ella nació como hija ilegítima todo el mundo la tacho como una mala copia,una hija nacida de la lujuria y la estupidez de una mujer que no merecía ser madre. Una copia sin gracia. Una copia,una copia sin ningún tipo de gracia. Alguien que había nacido para ser casada con algún rey viejo o simplemente para ser una monja,o una simple solterona.

Incluso llegó a escuchar. Mujeres como ella solo nacen para ser concubinas.

Una hermosa manera de decir amante. Nadie querría casarse con alguien no mantenga un linaje puro,que no tenga un apellido firme.

Siempre vivió a la sombra de ella,la Luna de este imperio. Daba igual que hiciera,con quien estuviera,que lograse o no hacer,todo el mundo la vería como una vulgar sombra sin ningún tipo de chiste.

Siempre asomándose por la puerta viendo cómo su hermana era tan bien arreglada,como le daba clases de modales,como la cuidaban como a una hermosa muñeca. En su caso daba igual cuántas veces se cayese,daba igual cuántas veces se hiciera heridas tontas jugando,nadie le decía nada,a nadie le interesaba si llegaba a dejarse alguna cicatriz. En cambio cuando su media hermana solo se rasgo la palma de la mano con una hoja de papel trajeron al mejor médico,al mejor naturista,todo por ella debía estar en un perfecto estado.

Con el paso del tiempo la fue odiando,para que mentir,para que ocultar que ella no era de su agrado. Siempre la trataba con indiferencia,una indiferencia que parecía inundar todo,sabía que ella podía ser el apoyo de la Luna de este imperio,pero no le interesaba.

Siempre la detestaria,su hermana nació para ser una emperatriz mientras que ella nació para ser algo sin mera importancia. Daba igual que la vistieran con costosos vestidos,que su fragancia fuera dulce,que fuera hermosa. Porque siempre,siempre la gente murmuraba "La Luna,es más bella".

La detestaba,nunca iba al palacio del emperador,las pocas veces que iba se centraba en ver a su media hermana con asco. Incluso si está mansión ella no vivía,el recuerdo de su hermana estaba yacente en cada lugar. Lo odiaba,odiaba que nadie se centrase en ella.

Solo se queda quieta en los jardines. En ese entonces la vio.

El rey del otro lado del mar. Su mirada se clavó en la idílica imágen que ofrecía aquella pareja bajo aquel árbol. Ella se veía feliz. Eso la molesto.

Cómo era posible que teniendo todo,que pudiendo tener todo en sus manos,un imperio,riqueza, admiración y todo,prefería a un rey. Que ella deseaba tener todo eso y no podía obtenerlo,en cambio su hermana lo desecharía como a basura.

Ella ansiaba eso,en cambio para su hermana no era nada.

Fue cuando hablo,su lengua se soltó por si sola cuando estuvo frente el anterior Emperador.

—Sabe,si este cargamento del otro lado del mar vuelve una vez más se llevaría a la futura Luna de este imperio— sus palabras fueron tan suaves como la seda,pero eran tan filosas como dagas.

Esas palabras fueron llenas de veneno. ¿Por qué su hermana debía brillar?¿Siempre alabada? Quizás era hora de que probará el sufrimiento de no tener algo que una tanto ansia.

Tras unos días escucho por los sirvientes las consecuencias de sus palabras. Entonces sonrió,el barco había sido hundió.

[...]

Cómo si fuera poco tenía que estar viendo de todo lo que su media hermana gozaba. Tenía que ver aquel gran banquete realizándose,como cientos de alimentos de los mejores animales preparados por los.mejores chefs estaban siendo colocados de esa manera tan alegante.

Todo era sumamente perfecto.

El salón brillaba con las más bellas luces,los olores eran frescos,encima todo lleno de pétalos blancos representando la pureza de aquel acto matrimonial era único.

Estaba envidiosa. Cómo la mayor parte de su vida.

Mientras ella tenía un vestido echo por cualquier sastre sin algún tipo de brillo natural tenía que estar ahí,parada viendo cómo a si adorada hermana la estaban decorando cientos de mujeres. Hasta el más mínimo de su mechón estaba siendo acomodado para mostrar la perfección de ella.

—Esta hermosa señorita— halago una muchacha. La conocía demasiado,era la estúpida perra fiel de su media hermana — Será la Luna más resplandeciente que haya habido alguna vez en este imperio—

—Gracias Marinette...— su tono de voz era melancolíco,también ese susurro que daba le perforaba los oídos. Era una maldita caprichosa,ella mataría por estar en ese lugar,en cambio la Luna estaba apagada.

—Verá que todo va a ir bien— sus palabras de consuelo la fastidiaban. ¿Lástima? Porque tenía lástima de una mujer que tendría dinero,joyas,poder,todo lo que ansiara.

—¿Estas bien Zoe?— mi media hermana sabe de mi existencia,que alegría. —Te noto triste—

Quiso corregirla,no estaba triste,estaba asqueada de su actitud —Eso debería decir yo,hoy es tu boda,pero parece que vas a un funeral— nunca fue amable con ella,porque ahora tendría que serlo — Deberías ser agradecida,te casaras con un gran hombre—

Su expresión vacía se tornó distinta, mostró una sonrisa más que retorcida que la hizo erizarse —¿Un gran hombre?— ¿Por que dudarlo? —Que ingenua eres—

—Yo no soy ninguna ingenua— Como se atrevía,con esa sonrisa,con esa mirada de lástima como si estuviera con algún defecto,cierto,su defecto era ser una mancha para el apellido Bourgeois,una mala copia. — Más bien sonríe,dudo que a tu esposo le guste verte en ese estado—

—El Sol— corrigió con cierto tono autoritario —No digas esposo,el es mi esposo solo yo lo llamaré por ese título para ti es el Sol de este imperio—

Tuvo que estrujar la tela de su vestido para evitar lanzarse contra ella. La odiaba,siempre la odiaría porque mientras ella estaba vestida como una dama suya ordinaria en esta boda su hermano estaba vestida con el vestido más hermoso que alguna vez hubiera visto.

—Me voy al salón— fue lo último que dijo antes de dar un portazo e irse.

Estaba furiosa,esos pasillos largos y elegantes su hermana podría pasear por ellos a su total comodidad,aún así tenía esa estúpida expresión. Era vacía y sumamente terrorífica.

Era asquerosa.

Siguió o siguió caminando ignorando a todos a su alrededor,eso hasta que por casualidad de la vida lo vio.

Entonces,el apareció en su vida. La deslumbró con su innata belleza,el Sol del imperio estaba listo con su traje para desposar a la nueva emperatriz,al verlo,se enamoró perdidamente de él. Quizás era porque sabía que le pertenecía a su hermana,pero se enamoró o por lo menos así denominó aquel sentimiento.

Un hombre alto,una cabellera negra como la noche,una mirada azulada como el oscuro mar,esos labios tan finos y que de simple vista se notaban suaves,sus rasgos eran varoniles,delicados,el era un hombre que podía llegar a enamorarla con suma facilidad.

En cuando sus miradas chocaron ambos sintieron cierta tensión. Para ella era el Sol. Para él era un Eclipse.







Eclipse: Ocultación transitoria, total o parcial, de un astro debida a la interposición de otro astro o al paso del primero por la sombra proyectada por otro.

×Eclipse |Adriloe|Lukloe|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora