𝐘𝐎𝐔 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐄? | 𝗺𝗶𝗸𝗲 𝘀𝗰𝗵𝗺𝗶𝗱𝘁 𝘅 𝘁𝗻

0 5.

¿Qué es lo que esperas en tu hora libre?, esa hora donde te permites dar paz y tranquilidad, incluso consentirte después de un día agotador. Bien, este no era el caso de la menor, ella se encontraba pensando en el joven Mike, en las coincidencias y los resultados de sus sueños envueltos en la realidad del chico, aquel pobre hombre que se ve que lleva años sufriendo lo mismo, el estar noche tras noche soñando esa misma pesadilla, esa culpa que lo carga es terrible.

Ahora de pronto ella se pregunta el porqué de esto, por qué de un día para otro ese sueño llegaría a ella, por qué siempre el mismo, ni siquiera conocía a Mike cuando todo esto empezó a suceder. No era normal este tipo de cosas en sus sueños, ya que aquellas personas que soñaban eran personas que conocía, anunciando su futura partida o hablando con personas que ya no se encontraban más en este mundo. ¿Será que de pronto todo esto lo soñaba con el propósito de ayudar a Mike?, tonterías, pensó, ese sueño tenía algo, alguien que ella estaba segura de que conocía, ya que sus sueños jamás en la vida se presentaron de esta manera, así fuera un mínimo detalle, sabía de ante mano que tenía que ver a todas las personas de aquel sueño, por qué lo sabía, sabía que había alguien en ese sueño que ella conocía, y bastante bien, puesto que su sueño se ha estado repitiendo demasiadas veces.

  ―"________", ¿no te gusto tu comida?

Pregunto Vannesa captando la atención de la chica. Miro a Vannesa para después mirar su plato, el cual seguía intacto, ahora se encontraba revuelto, el huevo frito recién hecho con el delicioso tocino que suele disfrutar en su restaurante favorito.

―No, sí, claro que me gusto ―especuló la menor con una leve sonrisa ―solo estaba pensando ―menciono para por fin introducir una cucharada de ese delicioso desayuno a su boca.

―¿Y en qué tanto piensas?, bueno, si se puede saber ―pregunto la rubia, algo curiosa, la menor se limitó a contestar mirando hacia la ventana ―o más bien ¿en quién piensas? ―pregunto Vannesa picará captando por completo la atención de la menor.

―¿Cómo que en quién pienso? ―frunció el ceño.

―Vamos "________" a tu edad todas las chicas piensan en su gran amor platónico ―la rubia ojo azul suspiro fingiendo enamoramiento.

―Yo no, no por ahora ―dijo tomando un poco de jugo de naranja.

―¿Y qué tal Mike? ―pregunto de golpe, haciendo que la menor se ahogue con el jugo, tosiendo por el líquido mal introducido. Vannesa no lo pudo evitar y comenzó a reír.

―No es gracioso Vannesa ―dijo aclarando su garganta, por fin tomando el control de la situación.

―¿Pero por qué la sorpresa "________"?, Mike es un tipo guapo ―dijo con una sonrisa pícara.

―¿Y eso qué?, lo acabo de conocer Vannesa ¿cómo puedes pensar eso?

―¿Y eso que tiene que ver?, no debes conocer mucho a una persona para que te guste o se te haga atractivo ―dijo Vannesa terminando de desayunar.

―Si pero a mi Mike no se me hace atractivo y mucho menos me gusta ―dijo la menor terminando de comer para salir del sitio. Vannesa la siguió entrando a la patrulla.

―¿Por lo menos te agrada?

―¿Mike?, si es un buen sujeto, aunque aparente ser un tipo gruñón, es su personalidad, supongo

la menor se hinchó de brazos. Vannesa arranco el auto para llevar a la joven a su hogar. El camino fue silencioso pero para nada incómodo, hasta que Vannesa decidió tomar la palabra.

―¿Y pudiste investigar algo sobre las pastillas?

La menor la miro, pensando si de pronto era buena idea contarle todo lo que Mike le había mencionado hace unas horas, no quería y no debía, pues en cierta parte Mike había confiado en ella sobre su sueño y puso en juego el pensamiento de ella misma hacia él, Mike le valió un bledo si de pronto la menor llegaba a pensar que era un loco pero eso fue todo lo contrario, la menor se sentía bien con él, conocer a alguien que tiene los mismos problemas que tú y no te ve como un lunático es de lo mejor.