0 7.

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Una gota de sangre era lo que resbalaba de la nariz de la pequeña menor, mientras corría de aquella atroz escena. Una ola de incertidumbre y dolor en el estómago crecían cada vez más en su ser, corriendo por aquel restaurante, aquella pizzería que fue por años su lugar favorito, ahora no, ahora solo era un lugar de terror donde no quisiera regresar jamás.

Se escabullo por la cocina, escondiéndose bajo una de las mesas que por suerte alcanzaba a cubrirla. Sollozos es lo que rebotaban en las paredes de la cocina, una niña de tan solo siete años acababa de presenciar con sus ojos la muerte de sus amigos, verlos tirados en ese gran charco de sangre, en esa bodega donde los niños eran felices, donde se celebró cada uno de sus cumpleaños, ahora era una escena de una película de terror, miro su camisa favorita que ahora estaba cubierta por pequeñas manchas de su propia sangre. Estaba traumada, horrorizada por lo sucedido, qué demonios ocurría en ese sitio, en esta vida, ¿a tus siete años corriendo por tu vida?, y lo peor, en un lugar donde era motivo de tu sonrisa y felicidad, el lugar donde cada fin de semana se hacía frecuente acudir allí, donde convivías y pasabas los mejores momentos de tu vida al lado de tus grandes amigos. Ahora ellos ya no estaban más.

Un pequeño tarareo se hizo presente en aquel lugar, alertando a la pequeña de tez divina, bajando los ruidos de su llanto, al saber que aquel sujeto, aquel hombre que termino con sus amigos sin compasión alguna se acercaba a donde estaba ella. Camino en frente de ella, el sujeto que por lo visto se encontraba retirando de su cuerpo un traje de conejo, quien acorralo por completo el traje en una bodega.

―¿Dónde estás pequeña "________"?

Pregunto el mayor, con una voz tan tranquila, como si no le afectara en lo más mínimo lo que acababa de hacer y por lo visto, iba por más, y esta vez por la menor. Aquella niña sabia que su vida se encontraba en un hilo, que estaba en sus manos si se rompía o no. Observo todo a su alrededor, viendo si de pronto tenía alguna esperanza de vida. Sus ojos se centraron en un conducto de ventilación, que estaba a su lado, como si por obra de magia se tratara. Sin pensarlo dos veces gateo a prisa en esa dirección, escuchando los pasos de aquel sujeto que estaba por tomarla, alcanzando a escabullirse por completo en aquel conducto. Ahora no podía pensar en nada más que en escapar a toda prisa, seguir su paso sin mirar atrás. Mirando la luz de la calle, pateo con fuerza la reja que se encontraba al final del conducto de ventilación, saliendo de este y corriendo en dirección a la carretera, donde ya la esperaban sus padres y la policía, bloqueando la entrada de la puerta principal.

― Mi amor ― corrió su madre para envolverla en sus brazos ― ¿estás bien? 

Miraba su madre viendo si de pronto tenía alguna herida o algo que dañara su salud. Miraba a su padre y a su madre, quienes se encontraban inundados en lágrimas, atormentando su vista múltiples personas que no hacían más que hostigarla.


―"________"


―"________"


 ―"_______", ¿qué pasa mi amor?, ¿no te gusto la comida? ―pregunto su madre, haciendo que regrese de sus recuerdos.

―Sí, si mama, ¿cómo crees que no me va a gustar?

Respondió, volviendo la mirada a su plato de comida. Su padre la observó, entre cerro sus ojos, como si este la estuviera analizando, y efectivamente eso hacía, de pronto su preocupación por su hija crecía, no desde hoy, hace varios días que nota un extraño comportamiento en su hija que por el hecho de no molestarla con esas preguntas no se daba a la tarea de indagar más en los pensamientos de su hija, pero era evidente que ahora si estaba mortificado y necesitaba saber si de pronto algo atormentaba a su hija.

𝐘𝐎𝐔 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐌𝐄? | 𝗺𝗶𝗸𝗲 𝘀𝗰𝗵𝗺𝗶𝗱𝘁 𝘅 𝘁𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora