4

319 13 0
                                    

Isaac observó atentamente el semen que no dejaba de gotear.

"Pack"
"Pack"

El líquido turbio, que fluía por sus muslos blancos, era terriblemente erótico. 

Y antes de que papá volviera a quejarse, Isaac empujó rápidamente su pene erecto dentro de él. Fue derecho todo el camino hasta que pegó con sus testículos así que, la respiración de Kim simplemente se detuvo. Tenía la ilusión de que un palo, calentado al fuego, lo atravesaba por dentro hasta salir por su ombligo. Kim tragó saliva y rascó el sofá de cuero utilizando todos los dedos de sus manos. El dolor era difícil de soportar y fue todavía peor cuando Isaac agarró su cintura y tiró de él en su dirección con toda su fuerza. Luego, con el pene bien insertado en su ano, Taek abrazó el cuerpo de San Kim y lo hizo acomodarse entre sus piernas. Papá estaba tan avergonzado que comenzó a llorar otra vez.

Lee Taek, mirando a Kim, le dijo que intentara sentarse un poquito, extendió la mano en su dirección y lentamente comenzó a sacar ese palo que tenía atascado en la uretra. Por supuesto, fue como si una corriente eléctrica fluyera a través de todo su pene así que gritó tan fuerte como pudo. Isaac, con la verga todavía metida dentro de su padre, le lamió la oreja y escupió las palabras más obscenas que se imaginó:

"Papá, no aprietes tanto tu agujerito. Tienes que portate lindo con nosotros ¿Está bien?"

Lo que estaba alojado en su uretra, salió de golpe. Aunque el dolor estimulante todavía estaba allí, la frustración se había ido.

Lee Taek agarró el pene de su padre e indujo la eyaculación. Cuando no pudo hacerlo, incluso si tocaba sus genitales muy lentamente, entonces el joven cayó frente a su padre y le chupó la verga. Kim San abrió mucho los ojos al sentir una membrana mucosa cálida envolviendo su cuerpo y luego, la manera en la que la cabeza del hijo se movía entre sus piernas para adelante y para atrás.

"Ah, ah, espera... Espera. No..."
 
La palabra "no me gusta" no salió de su boca. Tal vez era porque se sentía bien tener todo el poder de su hijo en las embestidas que le daba por detrás y porque le gustaba la manera en que su mucosa estaba succionando. Kim San inclinó la cabeza, en un torrente de placer que nunca antes había experimentado en su vida. Tanto así, que sus genitales se erguían frente a su niño como si no conocieran la vergüenza. 

Las cosas sucedieron rápidamente. 

Le dolía muchísimo la uretra y también le dolía al eyacular, pero eso no importaba en absoluto para esa situación. Y cuando terminó y su pared interior pareció considerablemente más suave que al inicio, Isaac entonces trató de meter el dedo en el agujero de ese trasero que estaba completamente cubierto de semen. Sin embargo, no entraba bien.

"Todavía no está."
 
Los ojos de Kim San estaban entreabiertos y mirando hacia adelante.

"Ah, ah..."

Taek lo besó para que se tranquilizara.

Trató de no abrir la boca, pero Isaac le agarró del cabello y tiró de él hacia atrás para forzarlo a hacerlo. Lo que entró entre sus labios en ese momento, fue el semen que acababa de eyacular cuando lo mamó. Era un líquido caliente mezclado con saliva. Kim San giró la cabeza e intentó escapar, pero Isaac y Lee Taek lo bloquearon por delante y por detrás al mismo tiempo, por lo que pareció completamente imposible de hacer. Había sido atrapado y obligado a comer su propio semen. Y después de eso, el sabor salado incluso pareció quedarse bien pegado en su garganta.
 
"No has comido nada, esto debe ser suficiente para nutrirte".
 
Kim San torció el rostro y lloró, pero no pudo sacar ninguna palabra por culpa de Isaac, quien lo había hecho arrodillarse en el suelo en una posición bastante sumisa. Isaac presionó su cabeza con ambas manos y metió el pene en su boca para hacer que la pared interior de papá, que se había calentado debido a la inserción de hace unos segundos, se pegara completamente en su carne. Papá se llenó de sudor así que Lee Taek palmeó el hombro de su hermano y dijo:
 
"No dejes que papá se desmaye. Así podemos hacerlo una vez más".
 
Ante eso, Isaac sonrió.

Una Habitacion En Silencio. Tomo 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora