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Kim San, que estaba completamente cansado de escucharlo hablar tonterías, golpeó a su hijo en la cara cuando se le acercó. 

Y después de ser tratado así por su padre, Lee Taek solo sacudió la parte superior del cuerpo, se levantó y se aproximó para presionar a Kim San con toda su fuerza contra el suelo. Papá, que perdió el poder debido a su falta de alimento, era como un tigre sin dientes. Feroz, pero que no hacía gran cosa en realidad.

"No me... ¡No me gusta! ¡Déjame ir!"

San Kim, que estaba mentalmente debilitado, se rebeló para intentar escapar de su hijo así que, como la primera vez, su puño voló hacia la cara de Lee Taek con bastante fuerza. El joven se quejó, pero finalmente logró apretar las muñecas de papá en el sentido contrario a su cuerpo. Isaac, que estaba viendo a Lee Taek luchar casi desesperadamente contra él, se apresuró y tomó una de las pierna de Kim para intentar detenerlo. De todas maneras, el enfrentamiento terminó con Taek escupiendo una masa de saliva empapada de sangre. Su rostro estaba magullado y tenía una herida un tanto profundo en la boca. Escupió en el suelo:

"¿Te sientes mejor?"

Lee Taek preguntó, sosteniendo la muñeca de papá todavía con bastante fuerza. Kim no respondió, pero el joven miró el rostro distorsionado de su padre antes de comenzar a reírse.

"Parece que no. ¿Quieres pegarme de nuevo?"

Como si no hubiera nada malo en ello, Lee Taek preguntó esto mientras se aproximaba un poquito más a su padre. Kim San permaneció en silencio, pero Taek sonrió como si su boca desgarrada no le doliera. El niño sonriente, con el rostro herido y sangre escurriendo hasta su barbilla, pareció tan inocente que hasta dio miedo. No podía creer que fuera el mismo hijo que se había atrevido a levantar el pene hacia su padre para violarlo. Se sentía dulce, como un chico enamorado.

El poder se le drenó lentamente del cuerpo así que decidió que poner una mayor resistencia no era razonable. Si intentaba huir ahora, los niños seguramente le harían morir de hambre hasta que cayera en otro estado de sumisión total así que, entonces, como si Kim San hubiese decidido rendirse finalmente, su cuerpo se relajó y le mostró las manos en alto. Lee Tak también liberó su fuerza de los dedos que sostenían la muñeca de su padre y en su lugar, los ocupó para cepillarse el cabello que ya se le había pegado en la frente.

"Papi..."

"¿Por qué sigues llamándome así?

Kim San preguntó esto sin irse con rodeos y con el ceño completamente fruncido en su dirección. Isaac suspiró, sonrió como para mostrarle que no quería pelear, y lo acercó para poder darle un beso. Luego descubrió que en realidad, se había puesto un medicamento en la boca. Poco después, Isaac tomó un sorbito de agua y juntó sus bocas nuevamente para hacer que se metiera en su garganta, haciendo que la pastilla pudiera pasar sin problema hasta su estómago. Palmeó la cabeza de su padre, luego bajó su mano y tocó el puente de su nariz y también la parte alta de su mejilla. Inclinó la cabeza para poder hacerlo otra vez.
Como era de esperar, sus labios eran lindos. Estaban suavemente sobre los suyos, como una pluma, y eran tan calientes que podía sentir que burbujeaban cuando comenzaba a chupar. Sin embargo, cuando un sonido chirriante salió de su boca, Kim San comenzó a sentirse cada vez más extraño ante un beso que evidentemente se estaba volviendo más poderoso que la primera. Era como besar a su novio, no a su propio hijo.

Isaac abrió los ojos solo para mirar directamente esas grandes pupilas en la cara de papá.

"Quiero que papá conozca nuestro amor..."

"Creo que lo que están haciendo es demasiado duro para llamarse amor."

Kim San suspiró mientras tiraba de la cuerda alrededor de su cuello. Si esto era realmente lo que ellos llamaban amor, entonces sería mejor que no lo hicieran. Kim volvió los ojos y miró a su hijo de esa manera que ocupa para regañarlo cuando era más chiquito. El hijo se puso pálido y murmuró mientras sostenía la mano de papá:

Una Habitacion En Silencio. Tomo 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora