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Lee Taek se sentó entre las piernas de su padre para poder aprovechar en tocarle su agujero. Las nalgas, que había lavado, y su ano, que pareció no dejar de punzar, estaban suavemente envueltos alrededor de sus manos. Le agarró las nalgas y se las abrió para prepararlo para su pene. Cuando el aliento de su boca le tocó la carne, entonces San Kim se encogió de hombros y comenzó a sentirlo demasiado en todas direcciones. El cuerpo, que conocía tan bien a los hombres que estaban a su lado, pareció a punto de volverse salvaje.
 
"Relájate..."
  
Isaac susurró esto suavemente mientras le agarraba del cabello. No pareció que fueran los niños que hace unos meses decían tiernamente que lo amaban. Tal vez era el diablo quien de pronto había robado las pieles de sus pequeños para ocasionar que trataran a su padre con tanta crueldad.

Y entonces, el video fue reproducido. 

Kim San estaba en medio de una lujosa habitación de hotel que casi parecía haber sido pintada de oro. Tenía las manos atadas a la espalda y su cabeza estaba completamente enterrada en la sábana, por lo que no podía verse que tipo de expresión estaba haciendo. Sin embargo, el apuesto hombre que golpeaba sus genitales con fuerza desde atrás, lo agarró del cabello y lo levantó para que la cámara lo enfocara desde arriba. Se vio a si mismo, temblando de placer mientras lloraba.
  
[San Ah, eres hermoso. Cuando veo tu cuerpo, creo que hasta un anciano de 90 años se podría excitar.]
 
[Ah, ah, ah, más duro... Más.]

[Eres perfecto.]

No podía creer que esas palabras salieran de su boca. Además, ese hombre, gritando con una cara que parecía completamente excitada, era demasiado lascivo sin importar por donde se le mirara. La razón que debió haber tenido como humano, se había evaporado y ahora era un tipo jadeante con solo los instintos de una bestia.

Ya no quería ver.

Le costaba aceptar su propia imagen, hasta el punto de querer sacarse los ojos. Pero justo a su lado, estaba la muñeca lesionada de Isaac como un recordatorio de lo que podía pasar si hacía algo equivocado. Afortunadamente, el corte no era profundo y la sangre se había detenido en un instante. Pero fue entonces, sin tener tiempo de pensar, que una cosa fría y dura entró en el agujero que Lee Taek había estirado anteriormente para él. No era tan grueso como el pene del niño, pero podía sentir que igual era algo bastante grande que llenaba su interior. Escuchó a Lee Taek murmurando en su oído:
  
"Ya entró..."
  
[Te amo tanto, San... No creo que pueda dejarte ir. ¿Por qué estás tan apretado? No importa cuánto gel te ponga, igual sigue duro.]
  
No pudo escuchar la voz de Choi Hee-seo correctamente, pero si cayó en cuenta de que le habían dicho que algo "entró". Lee Taek tenía un consolador que se había hundido lo suficiente como para revelar solo el mango. Era de color fluorescente y reproducía a la perfección los genitales masculinos. El gel incluso comenzó a fluir hacia abajo en dirección a los dedos del niño.

El dildo entraba y salía de su culo blanco con mucha potencia, haciendo que el gemido de la boca de Kim San comenzara a parecer muy desesperado conforme pasaba el tiempo. Era una señal de que lo estaba sintiendo a la perfección así que, Isaac se sentó al lado y se masturbó mientras veían el video. La mano lesionada se colocó en el campo de visión de San, y la mano sana tocó los genitales que estaban ganando fuerza. Quería probar la boca de su padre, pero también pensó que sería adecuado esperar otro momento. Y a pesar de que su hijo estaba apuñalando el interior con un consolador, Kim San-eun igual luchó por recuperar el sentido que necesitaba para concentrarse en la laptop. Si no veía el video, realmente comenzó a pensar que sería el responsable de que su Isaac se muriera.

Kim San levantó las uñas y rascó el suelo. Dios. ¡Quería algo más largo y grueso para llenar su interior, pero el consolador era muy delgado! No estaba ni un poco satisfecho. Kim San, quien gritaba "más, más, más" en la pantalla, frunció el ceño ante la vergüenza de lo que estaba imaginando.
 
[Más, más. Necesito más... Hee-seo...]
 
Su voz temblorosa sonaba fea.
  
[Di exactamente como.]
  
Choi Hee-seo dijo esto mientras frotaba sus propios genitales en el agujero hinchado de su trasero. En el video, se veía como San estaba apoyando la frente en la sábana para intentar tragarse todas las lágrimas que estaba derramando y los gritos que no dejaba de soltar. Era algo muy similar a lo que pasaba ahora pero, si existía algo que había cambiado del pasado al presente, era que en ese momento estaba teniendo sexo con Choi Hee-seo, quien a fin de cuentas era el padre biológico de los niños. Ahora estaba siendo follado por su bebé.
  
"Creo que es suficiente para subir de nivel."
  
Lee Taek levantó el consolador hacia arriba como para dejar espacio libre. Aparentemente valió la pena que lo molestaran durante días porque su agujero ya estaba suelto.

Una Habitacion En Silencio. Tomo 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora