𝒞𝒶𝓅 𝐼𝒳. 𝒱𝒾𝓈𝒾𝓉𝒶𝓃𝓉𝑒𝓈.

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Estoy consciente de que me encontraba soñando o eso parece

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Estoy consciente de que me encontraba soñando o eso parece.

Vi a mi padre rodeado de sangre en el suelo, vi mis manos llenas de sangre y la espada en mi mano.

Solté un grito que provenía desde lo profundo de mi garganta y lancé la espada al suelo.

—¿Papá?— a pesar de saber que estoy soñando me siento aterrada.

Intenté limpiar mis manos en mi vestido blanco pero solamente parecía empeorar más.

Observe a mi alrededor y parecía ser el salón del trono del Rey Eldred, al lado de mi padre pude ver a Cardan y sentí que mi corazón dejó de latir.

Solo me deje caer de rodillas y me encogí lo más que pude.

Odio las pesadillas. Siempre las he odiado y ahora no puedo despertar.

—¿Eira?— escuche como alguien hablaba y observe desesperadamente a mi alrededor. —Cariño, ¿Estás bien?

Desperté de golpe y lo primero que vi fue un par de ojos bicolores que parecían estar preocupados.

—Hola abuelo, lo siento, tenía una pesadilla. —me senté en la cama y me di cuenta que a mi lado estaba Cardan. Sus rizos negros caían despreocupadamente por su rostro y sonreí mientras acaricie su cabello suavemente.

—Dagda me dijo que suele dormir contigo casi siempre y que no me asustara al verlo aquí. Parece que vino a verte luego del torneo pero estabas dormida.

—Oh, si, el torneo.

—¿Quieres mencionar algo sobre eso? Creo que tu corazón está callando algo.

—No quiero hablar sobre eso en este momento. —señale a Cardan con la mirada y mi abuelo pareció entender mi señal —¿La abuela vino contigo?

—Si, Elspeth esta en la cocina con Dagda, esta preparando algo de comer. —Acaricio mi cabello y camino hacia la puerta. —Despierta al príncipe y bajen a comer.

Finalmente salió de mi habitación y moví a Cardan suavemente y pude ver como abría los ojos lentamente.

—Eira, ¿Estás mejor?

—Si querido, no te preocupes, no pasa nada.

—Pero huiste del torneo, se que algo te hizo sentir mal, ¿Acaso Dain te dijo algo?

—Querido, estoy bien, ahora levántate, mis abuelos vinieron de visita y sabes que mi abuela te adora, también tenemos clase en un rato.

Solo escuche un suspiro de su parte y vi como se sentaba sobre la cama, tenía su típico maquillaje de ojos un poco corrido y estaba más despeinado de lo habitual, también tenía su cola en libertad.

Reí un poco y me levante para tomar un paño y mojarlo con un poco de agua, luego me acerque a él y comencé a limpiar su rostro suavemente.

—Me haces sentir como un pequeño.

KINGDOM; Cardan GreenbriarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora