El sonido de risas ahogadas y aplausos se escuchaba en la morada del feérico Dagda a plena luz del día, cuando se supone que todos deberían estar sumergidos en un profundo sueño.
Dentro de aquella casa se encontraban dos niños entrando en la adolescencia, una chica de largos cabellos verdes y un muchacho con cabello negro irisdicente, como las plumas de un cuervo.
— Sigue bailando, mi Musa, no pares por favor.— decía aquel muchacho entre risas mientras aplaudía y de vez en cuando paraba para darle un trago a la botella de hidromiel que tenia entre sus manos.
— Ven, baila conmigo. — Respondió la peliverde mientras se agachaba para quedar a la altura del pelinegro y le arrebataba la botella de hidromiel para luego darle un largo sorbo. — Está cosa sabe graciosa, no entiendo porque mi padre la escondía.
— Eira, es licor, te emborracha, Balekin siempre lo toma en sus fiestas y he robado un poco.
Cardan comenzó a reír a carcajadas mientras veía como la chica se enredaba en su propia falda y caía torpemente al suelo, intentando proteger la botella de hidromiel.
Eira comenzó a reír mientras se arrastraba para quedar al lado del príncipe y le daba otro largo sorbo a la botella.
Por alguna razón, al ver los ojos dorados de la chica su pecho se sintió diferente, sabía que la quería pero ese sentimiento era más grande, más anhelante, más intenso.
— ¿Te pasa algo? Estás raro.
— Acércate, Eira. — la chica asintió lentamente y acercó su rostro al del chico. — Eres preciosa.
— Tú también eres preciosa. — Cardan volvió a estallar en carcajadas mientras negaba suavemente.
— Estás borracha.
— No lo estoy y hace calor.
— No es cierto, si hace calor. —la chica volvió a reír mientras le daba un trago a la botella y luego se la entregaba al muchacho. —¿Qué tanto crees que se enojé mi padre por robar esta botella?
— Creo que el enojo será pasajero.
— Oye Cardan.
— ¿Qué pasa?
— Quiero besarte.
Ese comentario descolocó un poco a Cardan, por supuesto no era la primera vez que se besaban pero si era la primera vez que ella se lo decía tan directamente y sin rastros de pena en su voz.
Decidió no responder y solamente besarla aunque ese beso hizo que su corazón vibrará de la manera más hermosamente dolorosa que había sentido en su vida.
— Sabes raro.
— Es hidromiel, Eira.
La chica solamente volvió a reir junto con el príncipe.
Si pudiera describir ese momento con una palabra seria “Precioso”.
— ¡Cardan! ¿¡Por qué mi hija tiene una maldita botella de hidromiel!?
Estaba muerto.
Notas Autora:Hola! Reviví después de meses y traigo este pequeño capítulo.
Espero les guste!
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KINGDOM; Cardan Greenbriar
Fanfiction● 𝕱𝖆𝖓𝖋𝖎𝖈𝖙𝖎𝖔𝖓 𝖉𝖊 "𝕰𝖑 𝕻𝖗𝖎𝖓𝖈𝖎𝖕𝖊 𝕮𝖗𝖚𝖊𝖑" ● • Eira Freire es la novia de aquel chico de cabellos negros, el cual es catalogado como "El Principe Cruel". Siendo parte mortal, adorada por muchos y envidiada por quien podría ser su...