Capítulo 5.

487 53 22
                                    
















Esa tarde todo lucía extraño, Jeon para ser exactos no quitaba de su cabeza cómo aquella noche dónde tuvo su primera cita y casi folla con Taehyung, terminó corriendo con el menor de manera que parecían dos dementes perseguidos por la policía, fue gracioso si, pero bastante arriesgado. No obstante pese a que sus planes de tomar al menor se habían visto frustrados, debía admitir que la pasó bastante bien, durante mucho tiempo no se sentía de aquel modo, como una persona normal, alguien quién realmente podría ser quién quisiera.

Aún cuando la cita resultó un desastre, Jungkook se hallaba conforme y animado, algo que parecía repercutir en sus funciones pues más de un estudiante comentó entre susurros, que el mayor se mostraba flexible con ellos el día de hoy, amigable, algo raro en el padre Jeon, ignorando este por completo lo tenso del ambiente en su penúltima clase, pues cierto pelirrojo no dejaba de mirarlo en silencio estudiándolo, analizando a fondo lo que ocurriría una vez el horario culminara.

Hoseok se había mantenido pensativo durante todo ese fin de semana, las ideas negativas rondaban su cabeza creyendo con sinceridad que las cosas acabarían mal de no ser aclaradas en un primer momento, ocasionando que se encontrara idealizando una conversación con aquel párroco quién dictaba la clase de esa mañana cómo si nada pasara.

Silencioso, evitando hablar más de lo debido aún cuando resultaba extraño ya que Hoseok normalmente era de quiénes más participaba, se mantuvo con la vista fija a las acciones del contrario contando los minutos que faltaban para culminar el horario de clases, suspirando sonoro al oír resonar el timbre que anunciaba su receso quedándose inmóvil en el pupitre mirando por el rabillo del ojo cómo sus compañeros abandonaban el salón mientras Jeon se encontraba sentado en su escritorio corrigiendo algunos exámenes más.

—¿Tiene algo que decirme, joven Jung?—En el silencio sepulcral de aquel aula vacía, el menor alzó sus grisáceos orbes conectándolos a la figura del mayor quién aún sin mirarlo, se acomodó las gafas en el puente de su nariz sin dejar de mirar las hojas escritas.— no creo que se haya quedado aquí solo para verme corregir exámenes, por eso pregunto.

—No se equivoca, tengo que hablar con usted pero no es precisamente decirle sino que preguntarle.— Jungkook frunció su ceño confuso ante la respuesta, dejando de ver los papeles y alzando su vista asintió quedo permitiéndole continuar, ocasionando que el menor se incorporara del pupitre tomando sus pertenencias para avanzar hasta encararlo lo suficientemente cerca.— ¿Qué pretende con mi primo?

—No comprendo tu pregunta, Hoseok.— Respondió el pelinegro, con el nombrado molestándose notoriamente ante la expresión burlesca del contrario quién parecía hacerse el tonto desentendido.

—Si, si la comprendes y a la perfección, Jungkook—Confrontándolo de forma tal, que el pelinegro alzó ambas cejas tornándose bastante serio ante el tono utilizado por el menor,este prosiguió.— puede que Taehyung no quiera verlo, lo conozco suficiente cómo para saber que jamás ha estado tan atontado e ilusionado por nadie a cómo lo está contigo.— No debió querer sonreír, pero siendo sinceros aquello aumentó el ego de Jeon quién apenas y ladeó una leve sonrisa relajándose de hombros.— Él se está tomando esto de manera seria, como si fueras su novio o algo por el estilo, una cosa que tú y yo sabemos que está mal y es prácticamente imposible. —Volvió a tensarse, una efímera presión de formó en su pecho más no habló, limitándose únicamente a fijar sus zafiros en los grises del adverso.—No sé qué mierda quieras de él pero Taehyung se merece mucho más que esto, no es justo que lo tomes de distracción para divertirte con él como si fuera un objeto que aminora tu pesada vida miserable de ser párroco en un pueblo olvidado por el mundo, dónde no tienes nada interesante que hacer y acabas tomando a un muchachito para alimentar tu ego de macho semental apagado por esa sotana que tú mismo quisiste cargar. —Jungkook abrió la boca dispuesto a refutar lo dicho más no pudo cuando Jung continuó.—Puede que tu vida sea tan asquerosa como para que recurras a esa mierda de utilizar los sentimientos de un niño, pero mi primo no lo merece y siendo sinceros, Jeon— Habló mirando de arriba a abajo al nombrado.— ni tú vas a dejar de ser cura ni el mundo verá lo suyo como algo natural,—El de vestiduras negras se mantuvo callado manteniéndole la mirada con recelo en aquellas palabras.— y ciertamente me niego a ver cómo Taehyung es linchado por una sociedad asquerosa gracias a ti con tus inventos de querer sentirte macho al follar con alguien, porqué claro que dejaste de serlo hace mucho tiempo cuándo entraste a la religión.—El más alto fingió indignación al tocar su pecho entre abriendo la boca con fingida sorpresa.—Ni tu iglesia ni nadie aceptará lo de ustedes.

𝐒𝐀𝐂𝐑𝐈𝐋𝐄𝐆𝐎 © → KookV.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora