Capítulo 8.

613 59 9
                                    

























No sabía que estaba ocurriendo, pues en cuestión de segundos se encontró así mismo acomodándose en el regazo del contrario, con sus brazos rodeando el cuello del pelinegro aferrándose a su anatomía como si no quisiera soltarlo. Contemplando los orbes azules que le miraban atentamente de manera indescifrable, sin poder contenerse a acariciar su mejilla con la zurda, se detuvo a analizar cada facción del contrario, entendiendo qué Jeon Jungkook, era lo más perfecto nunca antes visto.

¿Para qué contemplar el cielo si el pelinegro tenía una galaxia entera en sus orbes?

No mentiría, extrañaba sentirse suyo, era una necesidad acreciente en su pecho y sistema que en ocasiones llegaba a abrumarlo, existían tantas incógnitas cuándo de aquel párroco se trataba, que resultaba imposible no preguntarse ¿qué diablos le causaba?

—¿En qué piensas?—La pregunta emergió dudosa en voz del pelinegro, ocasionando que Taehyung saliera de su ensoñación parpadeando varias veces viéndose nervioso y sonrojado, más aún cuándo los belfos ajenos se deslizaron por su mejilla abriéndose paso al cuello, impartiendo repetidos ósculos tornándose húmedos que por momentos se volvían mordidas suaves o succiones a trazos de piel dejando evidentes marcas.—te ves pensativo ¿fue por algo que he dicho?—Como si fuera sencillo concentrarse en responder algo en aquella circunstancia, no podía concentrarse, no cuándo las manos del contrario se deslizaban bajo sus prendas impartiendo caricias en su cintura desnuda.— ¿existe alguna cosa que quieras preguntarme?

Kim mordisqueó su belfo inferior sin saber qué responder en un principio, separándose un poco de la anatomía adversa y bajando la vista, suspiró frunciendo el entrecejo pareciendo dudar en las palabras que quería espetar en voz alta, después de todo ¿qué le diría exactamente? era difícil, si bien sus dudas resultaban coherentes para si mismo, no creía que en pensamiento de Jungkook fueran iguales y eso en ocasiones le asustaba.

—¿Qué pasará en el futuro?—Preguntó primeramente, suspirando sonoro al fijar sus grisáceos orbes en los contrarios qué a estas alturas se iban oscureciendo lentamente.—a veces me pregunto qué nos deparará la vida, qué sucederá con nosotros, contigo.

—La vida no se basa en vivir del futuro, Taehyung,—Comenzó el pelinegro captando toda atención del menor.— cuánto más pensamos en ello más nos carcome la poca calma con la que vivimos. No soy la clase de hombre que piense en el mañana, no me preocupa qué pase conmigo o con lo que me rodea siempre y cuándo no me genere dolor en el presente.—Quizá Kim no lo diría nunca en voz alta, pero la forma en que Jeon solía pensar sobre la vida resultaba simplemente única, digna de admirar o quizás de temer, pues un ser humano que ha perdido el interés por todo aquello que está a su alrededor, alguien a quién le da igual sufrir a futuro o ser envuelto en dicha y felicidad, siempre que esto no afecte sus deseos terrenales del presente, es una criatura que trasciende lo mortal para ser temido por los demás iguales.— Las personas suelen pensar mucho a futuro, se ponen a idealizar la existencia de sus sueños de aquí a un par de años, siempre pretendemos vivir más adelantados de lo que avanzamos y créeme, no está mal soñar o desear alguna cosa, no es malo tener metas, lo malo es olvidar que la vida avanza con nosotros y no a favor nuestro.

—¿Tú no lo haces?—Indagó apoyando ambas manos sobre el pecho ajeno, sonrojándose de manera notoria cuándo el mayor le tomó por las muñecas aproximándose a dejar repetidos besos en sus nudillos esbozando una media sonrisa en aquel gesto.—¿no sueñas con nada a futuro, Jungkook?

—¿Para qué hacerlo?—Respondió a través de una nueva incógnita.— soñar a futuro me quitaría la dicha de vivir centrado en el presente y tú estás en el ahora pero no sé si estarás en el mañana, Tae, prefiero experimentar el día a día puesto que en el está tu compañía.— Aquellas palabras lograron tomar desprevenido al nombrado, una confesión que se grabó en su memoria prometiendo quedarse allí para siempre.—El hombre vive una vida trabajando para mejorar en el futuro y se olvida que lo principal no es contar con lo que podemos llegar a tener sino que es valorar lo que poseemos ahora, esos momentos con nuestros familiares puesto que a la larga partirán para siempre, esas sonrisas que compartimos con amigos, risas, lugares que visitar sin hacer planes, —Prosiguió explicando sin dejar su labor de impartir ósculos en las manos adversas.—el ser humano vive tan concentrado en mejorar el futuro que no valora el presente donde puede ser incluso más feliz si dejara de preocuparse por el mañana y de lamentar el ayer. Por eso a veces creo, que si dejáramos de ser tan materialistas con el tiempo, el mundo sería mucho mejor y menos caótico, destructivo consigo mismo, es esa la razón por la cuál no cuento con el pasado o el futuro, solo con el presente y en ese estás tú, ya mañana será otra historia a descubrir e increíblemente no estoy ansioso de adelantarme a los hechos, llámame conformista si con eso te doy por seguro que estoy atesorando tenerte justo ahora conmigo.

𝐒𝐀𝐂𝐑𝐈𝐋𝐄𝐆𝐎 © → KookV.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora