El dios de los muertos se inclino ante ella, ofreciéndole su corona, su trono; se habría hasta arrancado la carne de su propia espalda y se lo habría entregado sin dudar si se lo hubiera pedido.
Shai Kitagawa era la diosa de la primavera y todos amaron su vida y su luz, pero ¿Quien, excepto él, había reconocido la muerte y la destrucción que sobrevino, había extendido sus manos hacia las partes podridas de su carne y besado cada hematoma y cicatriz?
Esta era la vida de Toji Fushiguro ahora, regresando a su casa con su hermosa amada cada día; el único estallido de primavera en su eterno invierno, el único rayo de luz en su mundo tragado por la oscuridad.
Esa noche, mientras ella se encontraba recostada sobre él con su cuerpo desnudo y cubierto de sudor por su hazaña anterior, Shai le pregunta sobre la temporada, sobre que tan lejos estaba el festival de la cosecha. Toji en cambio se mostro algo confundido por su repentina curiosidad, pero de todos modos le responde y le dice que será dentro de quince días. Se encontraba preguntándose porque.
⠀⠀─⠀Todos los miembros de nuestra sangre asisten al festival, lo habían esperado mientras me mantenian alejada.
Era la primera vez que ella hablaba sobre el incidente, logrando que él pueda sentir como se estremecía entre sus brazos. Eso solo hizo que le hierva la sangre y la acerque aún mas a él de manera protectora.
⠀⠀─⠀... querían que todos y cada uno de ellos tuvieran la oportunidad de cortar mi piel.
Eso es todo lo que Shai dijo antes de quedarse dormida, las lagrimas en el pecho de Toji provocaron una tormenta de ira dentro de su mente.
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Pasaron quince días y Toji observaba los tonos rojos y naranjas de las llamas que hacen que el rostro de Shai brille mas que el sol.
Ella estaba allí, de la mano con él, contemplando las ruinas medio destrozadas de la aldea, los gritos de las personas con las que ella creció, que habían tardado no menos de un segundo el darle la espalda, que la habían dejado morir, ahora resonando en sus oídos.
Justo al borde de la cima de la colina en la que ella se encontraba, ve una pequeña figura corriendo hacia la pendiente, con la ropa quemada, sollozos agudos llenando el aire mientras sucumbe al calor que se había extendido a través de sus huesos.
Debía tener ocho o nueve años a juzgar por su tamaño y los volantes medios quemados del vestido que llevaba. Sabía que ella estaba en paz, al igual que muchos otros que no se habían enfrentado a nada mas que agonizantes dificultades en manos de sus crueles perseguidores quienes ahora yacían como nada mas que huesos, cenizas y polvo.
A Toji le preocupo encontrar el mismo vacío en el que paso meses atravesando mientras observa su rostro, en cambio, hay un fuego que se refleja en sus ojos, una sonrisa sádica y deliciosamente extendida sobre sus flexibles mejillas.
Encuentra que en sus propios labios se curven mientras él agarra su mandíbula para girar su cabeza y presionar sus labios con los de ella, los gritos de los monstruos de Shai son cualquier cosa menos ruido blanco cuando sus dedos se enredan en su cabello rojizo.
Después de todo, Hades pudo haber sido el dios de los muertos, pero fue la ira de Perséfone la que provoco la destrucción.
ORIGINAL STORY OF SUNA-REVERSED TRANSLATED BY MANJINITA
