Song encendió el auto y sin preguntar, tomó la mano de Yunho y la llevó consigo hacia la palanca de cambios. Apresándola y cambiando al modo reversa, girando el manubrio hacia la izquierda para dirigirse a calle del distrito, luego tendría que tomar la carretera.
Jeong giró hacia su acompañante, observándolo y admirando lo bien que se veía a poca luz. El panel inteligente del coche iluminaba algo, pero no lo suficiente como para ver más allá de sus narices.
—Aún no has respondido.— El alto se colocó más cómodo en el asiento, como si supiera que le quedaba viaje por delante.
—¿Tú crees qué, si yo no quisiera follar ese lindo culo tuyo...— El contrario soltó una pequeña risilla, cubriendo su boca con su mano libre. —Te estaría llevando en mi auto, hacia mi casa?
Mingi dobló en una esquina para poder ingresar a la carretera, que al ser las dos de la mañana estaba bastante desocupada.
—Creí que iríamos a ver My Little Pony.— El más alto veía entretenido el pasar de la ciudad frente a sus ojos, más no prestaba atención a su acompañante.
—¿Quieres estar en cuatro como un pony?— Soltó una risilla, acelerando quizás a propósito el auto para que Jeong volteara a verlo. Lográndolo. —¿O quizás quieres montarme como uno? Sólo dime y cumpliré lo que quieras, lindo. No tengo problema.—
El apodo lo tomó desprevenido. Sabía que era guapo y que tenía un cuerpo de infarto, pero que él se lo haya dicho fue... diferente.
—Tomaré tu silencio como un sí a todo.— Vió de reojo el cartel de salida a cincuenta metros y puso el intermitente, esa era su salida.
Las farolas iluminaban la calle, no había ni un alma en aquel lugar aparte de ellos. El aire acondicionado estaba puesto pero la verdad no tenía efecto, ambos estaban más calientes que pan recién horneado.
Mingi manejó por los próximos quince minutos hacia uno de los barrios más codiciados de todo Seúl, pero aún estando a una clara desventaja en comparación a los Choi.
El complejo de apartamentos prontamente se hizo visibles para ambos, el de rojos cabellos volteó a ver el reloj en la pantalla del auto: 02:00 AM.
—Espero no tengas mucho que hacer mañana...— Su voz de a poco se fue degradando a un silencio una vez entraron a su estacionamiento, siempre se perdía en esa mierda. Nunca se acordaba si tenía que entrar por la entrada principal o lateral, ahora había entrado por la lateral y agradecía a todos los dioses por haber acertado esta vez.
Se estacionó en el bloque 6A y apagó el motor, las ventanas prontamente se encontraron empañadas.
Yunho miró a Mingi de reojo y este había reclinado el asiento. ¿No se supone que deberían bajarse...?
Sin previo aviso, Song se inclinó hacia él y lo tomó por las caderas, sentándolo sobre su regazo. Jeong sintió que las manos contrarias eran afrodisíacas, ¡y ni siquiera le estaba tocando la piel!
—¿No deberíamos bajarnos..?— Colocó sus manos en el pecho del contrario, intentando tener el menor contacto íntimo posible.
Todo eso claramente se fue al carajo cuando las grandes manos de Mingi empezaron a acariciar sus caderas, sus pulgares haciendo pequeños círculos.
—¿Estás seguro, lindo?— Afirmó su agarre y lo atrajo a él. Sus entrepiernas chocaron y Yunho dejó escapar un jadeo al sentir ya el miembro semi erecto de Song. —No sabes lo difícil que fue manejar con la puta fantasía de tenerte en cuatro, o incluso mejor, encima de mi, montándome.—
Aquello le quitó la respiración al más alto. Había pasado algún tiempo desde la última vez que tuvo sexo por buenas razones. Número uno, el tipo que se lo hizo era jodidamente egocéntrico y le pedía que le dijera 'amo', 'papi', 'señor'... ¡Sólo por ser meses menor que él!
Número dos, tuvo que fingir gemidos para que su pareja no le 'castigara' por estar siendo un mal chico, un mal muñequito.
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𝔗𝔥𝔢 𝔇𝔯𝔦𝔳𝔢𝔯 - 𝔜𝔲𝔫𝔤𝔦/𝔐𝔦𝔫𝔶𝔲
Hayran Kurgu"𝔇𝔢𝔧𝔞𝔪𝔢 𝔩𝔩𝔢𝔳𝔞𝔯𝔱𝔢 𝔞 𝔩𝔲𝔤𝔞𝔯𝔢𝔰 𝔮𝔲𝔢 𝔫𝔦 𝔰𝔦𝔮𝔲𝔦𝔢𝔯𝔞 𝔱ú 𝔠𝔬𝔫𝔬𝔠𝔦𝔞𝔰." "𝔈𝔫𝔱𝔬𝔫𝔠𝔢𝔰 𝔡𝔢𝔧𝔞𝔪𝔢 𝔞 𝔪𝔦 𝔰𝔢𝔯 𝔱𝔲 𝔞𝔠𝔬𝔪𝔭𝔞ñ𝔞𝔫𝔱𝔢, 𝔠𝔬𝔫𝔬𝔠𝔢𝔯𝔢𝔪𝔬𝔰 𝔩𝔞𝔰 𝔢𝔰𝔱𝔯𝔢𝔩𝔩𝔞𝔰 𝔡𝔢𝔰𝔡𝔢 𝔠𝔢𝔯𝔠𝔞." •...