Yunho sonrió y pasó su mano derecha por la cintura del contrario y lo acercó a él, colocando bastante nervioso al menor.
El pálido le dejó un suave beso en su coronilla y acomodó a Song en su pecho, abrazándole como si fuera un niño pequeño.
—Duerme, Mingi. Mañana no puedes estar con sueño en la universidad.— Habló con voz suave, arrullándole como un bebé. ¿Pero cómo mierda iba a poder dormir teniendo al lado a tal belleza cómo lo era Jeong Yunho? Eso era imposible.
Ambos cuerpos desnudos se rozaban, haciendo sonrojar al menor. Cualquier índice de dominancia del peligris había desaparecido en cuestión de minutos.
Yunho al ver que su acompañante no terminaba por sentirse cómodo le tomó por las caderas y le obligó a colocarse en su regazo, ahora si apresándolo con sus brazos. Tomó con cuidado la nuca contraria y la llevó a su cuello, su mano izquierda acariciaba con tranquilidad su espalda baja mientras que la derecha se encargaba de acariciar aquellos platinados cabellos.
Mingi de inmediato perdió cualquier tipo de fuerza en sus extremidades y se dejó hacer, empezaba a respirar cada vez más despacio.
Jeong aseguró su agarre en el menor para tomar las pulcras sábanas y cubrir ambos cuerpos con ellas, formando una atmósfera cálida.
El de piel canela abrazó al mayor y acomodó su rostro aún más en su cuello, sacándole suaves risitas al mayor por las cosquillas que su propio cabello generaba cerca de la nariz del más alto. Yunho empezó a respirar también cada vez más lento y pesado, calmando así también al otro chico, que ya había cerrado sus ojitos de aceituna y estaba dispuesto a dormir.
Diez minutos bastaron para que ambos pudieran caer en los brazos de Morfeo. La luna fue la única testigo quién no criticó y juzgó su íntimo encuentro, si no más bien los alumbró a ambos con su infinita luminosidad.
★
Su alarma resonó por todo el departamento, estaba seguro. Saltó en su lugar y casi se desmaya al notar que no había nadie más junto a él en la cama, volvía a estar sólo en su departamento.
Mingi toqueteó toda la cama perezosamente esperando encontrarse con aquel lindo chico de la noche anterior; falló estrepitosamente.
Se quejó en voz alta y se acostó boca arriba. Abrió lentamente sus ojos y sintió su vista arder gracias a la cantidad excesiva (según él) de luz.
La alarma calló por cinco minutos antes de volver a sonar, terminando de despertar al chico de cabellos grisáceos.
—Cállate, mierda puta.— Murmuró una vez se sentó al borde de su cama y apagó su alarma. Se quiso golpear cuando notó que su celular estaba viviendo gracias a la mínima cantidad de batería.
Sus ojos se sentían pesados por la agitación anterior pero aún así se las arreglo para poder encontrar su cargador y conectar su celular al cable. Bien, primer paso hecho.
Se estiró y se sonrojó mínimamente al notar su desnudez, pero luego sonrió al recordar el por qué de aquella situación.
Entrecerró sus ojos al notar una nota a los pies del televisor. Se acercó con un bostezo y tomó sin cuidado el pedazo de papel, tuvo que hacer un esfuerzo para poder leer lo que decía.
Salí a tomarme un café con mi madre, veré si puedo hacer algo por tu investigación.
No prometo nada pero daré mi mejor esfuerzo para que acepte el cambio de fecha.

ESTÁS LEYENDO
𝔗𝔥𝔢 𝔇𝔯𝔦𝔳𝔢𝔯 - 𝔜𝔲𝔫𝔤𝔦/𝔐𝔦𝔫𝔶𝔲
Fiksi Penggemar"𝔇𝔢𝔧𝔞𝔪𝔢 𝔩𝔩𝔢𝔳𝔞𝔯𝔱𝔢 𝔞 𝔩𝔲𝔤𝔞𝔯𝔢𝔰 𝔮𝔲𝔢 𝔫𝔦 𝔰𝔦𝔮𝔲𝔦𝔢𝔯𝔞 𝔱ú 𝔠𝔬𝔫𝔬𝔠𝔦𝔞𝔰." "𝔈𝔫𝔱𝔬𝔫𝔠𝔢𝔰 𝔡𝔢𝔧𝔞𝔪𝔢 𝔞 𝔪𝔦 𝔰𝔢𝔯 𝔱𝔲 𝔞𝔠𝔬𝔪𝔭𝔞ñ𝔞𝔫𝔱𝔢, 𝔠𝔬𝔫𝔬𝔠𝔢𝔯𝔢𝔪𝔬𝔰 𝔩𝔞𝔰 𝔢𝔰𝔱𝔯𝔢𝔩𝔩𝔞𝔰 𝔡𝔢𝔰𝔡𝔢 𝔠𝔢𝔯𝔠𝔞." •...