Te necesito: Parte 1.

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Me decía a mí misma que no debería de sentir esto por un hombre que está prohibido para mí. Me decía a mí misma que no debo de sentir esto por ese hombre yo soy una mujer casada y el es amigo de mi esposo pero no pude evitarlo no más bien mi cuerpo no puedo evitar querer que me tocará como nadie lo había hecho en la vida pero siempre me hago la misma pregunta ¿Cómo fue que llegue a esto?.

Se la respuesta pero lo que no comprendo es el por qué sigo tocándome pensando como si fuera el quien lo hiciera. Mis manos recorren todo mi cuerpo imaginando que es el quien lo hace, me siento avergonzada por estás sensaciones que mi imaginación me da pero llegué a un punto del deseo que no se diferenciar la realidad de una fantasía.

No puedo callar a mis gemidos que se apoderan de mi. Es como si mi mente y mi cuerpo sientan que es el quien me esta haciendo sentirme así, muero mi mano para callar mis gemidos pero es inútil no puedo controlarme. Parezco como si me fuera retorciendo del dolor pero no es dolor es un placer que no puedo resistir.

Mi respiración esta al borde de quebrarse y mi pobre corazón no para de latir como si en cualquier momento se fuera a salir de mi pecho, las emociones estaban revueltas en mi pecho pero también en mi cuerpo, se que es solo mi imaginación pero no puedo evitar pensar que es verdad que el es que me esta poniendo de esta manera de hacerme sentir aliviada. El calor se expande por mi pecho haciendo gemir con más ganas.

Me siento avergonzada por pensar tan claramente y humillada hasta donde llega mis deseos por el pero estoy tan excitada tanto que el fuego que hay en mi pecho crece tanto me quema todo mi interior pero aún sintiendo ese fuego en mi pecho quiero más me gusta ese fuego que está en mi pecho no que siempre estuvo hay pero estaba apagado sin que nadie pudiera encenderlo hasta ahora. Mi sexo se sentía tan caliente que era tan extraño como si poco a poco se sonrojara.

El peso de su cuerpo encima del mío comienza a afectarme tanto que hace que me quedé sin aire pero no solo por qué este encima de mi sino también que su dedo sigue sin dar señales de que se va a mover pero tengo mis estrategias para hacer que se mueva. Dejo la almohada que tenia en mis brazos para tocar el suyo, no puedo esperar por más tiempo y tal vez el quiera torturarme un poco más pero estoy desesperada por tenerlo dentro de mi tanto que se me haga imposible respirar que haga que me ahogué con mis propios gemidos o que tome mi cuello con una de sus enormes manos pero el control de mi cuerpo lo tiene el no soy yo.

—No seas impaciente—me dice con esa voz tan sexy que hace que tragué saliva.

—Pero te necesito—le digo entre gemidos.

—Llevo tanto tiempo esperando que me lo pidas así tan sonrojada e impaciente porque este dentro de ti—me dice tocando mi clítoris con otro de sus dedos mientras no aparta la mirada de rostro pero algo en mi interior me dice que tiene tanto que decirme pero no lo hace se aguanta—dulzura no seas una chica intranquila te dare todo lo que necesite en cualquier momento no importa el lugar te haré sentir lo que tu esposo no logra—me sigue diciendo tan suave que me estremezco ante sus palabras pero aún su juego con mi clítoris y mi entrada sigue en marcha—te hare quitar mi nombre hasta gastarlo hasta que sepas a quien perteneces sin importar que estes casada con ese imbécil te hare mía está noche.

No logro responderle cómo quería cuando entra otro dedo en mi sexo haciendo que tome las sábanas entre mis manos aguantandome las ganas de gritar para que todos nos escuchen pero no es posible. No esperaba que sus dedos se deslizaran tan fácilmente dentro de mi pero con lo húmeda que estoy era muy obvio que esto iba a pasar como un lubricante.

El no dice nada y no quiero que diga ni una sola palabra estoy casi segura de lo que va a decir por eso me da demasiada vergüenza que me lo diga ya estoy bastante sonroja como para escuchar lo que me va a decir pero no es así. Tiene una habilidad con los dedos que me enloquece tanto que me hace gemir su nombre, uno de sus dedos sigue en mi clítoris dándole tanto alivió mientras dos de sus dedos están en mi sexo, en este punto no comprendo como alguien puede hacer estos movimientos con sus dedos pero se que está haciendo maravillas en mi.

Los golpes no son nada amables conmigo o con mi sexo son dominantes me estan reclamando como suya no solo es mi cuerpo que responde ante sus caricias es todo mi ser que lo hace porque sabe que desde el primer momento he sido suya sin saberlo, mucho antes de que yo me sintiera así era suya y solo era cuestión de tiempo para darme cuenta que ese día sabía que algo era diferente algo en mi matrimonio ya no era igual no era lo mismo. Nunca imaginé que esto llegaría a pasar pero así fue como me convertí en su mujer.

Sus golpes se intensifican cada vez más son más repetitivos con el paso del tiempo pero siguen igual, dándome lo que necesito sin importarle su placer solo el mío. Debería de pensar en el pero en este momento soy la mujer más egoísta que pueda existir que solo necesita unos minutos más de esto para sentirse mejor pero se que voy a repetirlo hasta que este deseo por el se apague. Trató de envolver mis piernas en su cintura pero el me detiene con su otra mano la cual deja mi seno, me quejo por eso pero el toma mi pierna para separarlas tanto que me avergüenzo de esto de que me vea así no solo que tenga sus dedos dentro de mi sino que también me vea de esta manera.

Sentir su mirada fija en mi sexo como si nunca hubiera visto algo similar es algo que me deja intranquila. Quiero cubrir mi rostro con mis manos pero de nuevo me lo impide, acaso quiere que lo vea y que pueda verme de esta forma, no puedo me siento tan estúpida por comportarme así pero no puedo evitarlo no quiero ni mirarlo.

—Déjame verte dulzura—me dice quitando mi mano de mi rostro para tocar mi mejilla—quiero verte escucharte decirme que te gusta como te toco que me pidas que no me detenga pero quiero que me mires—me pide pero no puedo apenas puedo decirle unas cuantas cosas como para mirarlo.

Al ver que no le respondo hunde más profundo sus dedos en mi, tomo su mano para que deje de hacerlo pero en ves de hacerme caso en dejarme el toma mi cuello con la única mano que tiene libre. Ahora mis manos van a la que se encuentra en mi cuello pero el no tiene intención de quitarla, un golpe más fuerte de sus dedos me siguen llegando, matandome con solo sus dedos pero si fuera otra cosa creó que ya estuviera muerta en sus brazos pero aunque trató de no seder ante sus dedos no aguanto.

—Vamos dulzura se que quieres venirte en mis dedos—me dice con tanta calma como si no fuera nada que yo me viniera en sus dedos pero para mí si es la gran cosa—no tienes que soportarlo por más tiempo—me dice entrando más sus dedos en mi tanto que llegó a mi orgasmo.

Abro los ojos mirando a mi alrededor buscándolo pero solo fue mi imaginación eso creo pero se sintió tan real como si en verdad el estuvo tocando hasta hacerme venir pero solo fue una alucinación. No sé pero siento una mirada en mi por eso levanto mi mirada para encontrar al hombre que acaba de darme tremendo orgasmo, está frente a mi sin decir nada y la vergüenza se apodera de mi cuerpo haciendo que me cubra para que no me vea.

Hace cuánto está mirándome acaso lleva tanto tiempo o acaba de llegar pero lo peor es que su silencio no dice nada pero luego acomoda su traje sin despegar su vista de mi. Me levanto de la cama para echarlo de la habitación pero me detiene tomando mi brazo para acercarme a su rostro.

—Te quiero en mi oficina a las diez—me dice sin más para luego irse por la misma puerta que entró—y no aceptaré un no como respuesta dulzura—me dice y eso hace que me sonroje más pero esquivó su mirada interogadora—si no apareces te vendré a buscar sin importar lo que diga tu esposo porque cumpliré tu fantasía.

Esto es una mini historia de dos partes el sábado subo la segunda.

Un beso y con amor jeidi.

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